Taquicardia en Los Cármenes

El Granada parece marcado por los penaltis en su pelea por intentar retornar a Primera. Como conclusión a un partido intenso, de escaso juego y mucha emoción, un penalti de Fernandes a Geijo en el descuento otorgó todo el protagonismo al joven Jaime, portero del Elche, que le detuvo dos lanzamientos seguidos a Abel, en los minutos 95 y 97, para que su equipo escapara vivo de tierras andaluzas. Pino Zamorano ordenó la repetición por invasión del área en el primer lanzamiento. Ya en la anterior eliminatoria, ante el Celta, Dani Benítez había fallado dos penaltis durante el encuentro. Y el Granada se clasificó en la tanda final desde los 11 metros. Pura taquicardia.

En el primer asalto, el Granada llevó la iniciativa, superó a su rival en el tramo final y fue capaz de generar las mejores ocasiones de gol, dos remates al palo incluidos. Le faltó eficacia y un pelín de suerte en esos minutos, con su goleador Geijo en el campo. El resultado mantiene intactas las opciones de ambos equipos, aunque el golpe anímico encajado por los andaluces en un descuento de infarto ofrece cierta ventaja al Elche en la vuelta.

Los locales estrellaron antes dos balones en los palos y les fue anulado un gol

Tuvieron que pasar 36 minutos para que el Granada plasmara con éxito una de sus señas de identidad. Robo y contragolpe fulminante con balón a Dani Benítez, que finalizó su carrera con un disparo que despejó Jaime. El ramalazo andaluz, un vestigio del juego que le ha hecho jugar por una plaza en Primera, fue el único disgusto que se llevó el Elche en una primera parte de más emoción que juego, bien planteada por Bordalás. Con destreza, diseñó un plan para despersonalizar al Granada, articulado básicamente en el refuerzo del centro del campo con la inclusión de Acciari, y las ayudas continuas para detener el veloz juego en bandas de Collantes y Benítez.

La propuesta del Elche amansó el ímpetu local. En la colisión de dos estilos tan distintos, los generadores del fútbol del Granada quedaron fulminados. El Elche, con la misma naturalidad que ha llevado ser la perita en dulce de esta promoción de ascenso, tuvo incluso la posibilidad de hacerle mucho daño al Granada. Xumetra remató como un infantil un contragolpe muy bien llevado por Generelo.

El partido, sobre todo para el Granada, exigía algo más. Dosis de imaginación, calidad y desborde para desarmar al Elche. Hombres tenía para ello, como Orellana, como Benítez, aunque su aportación quedó limitada a algún que otro destello. Fue precisamente el chileno el que gozó de una clara ocasión en una de las pocas veces en las que el Granada superó el entramado defensivo del Elche. Su remate, con todo a favor, salió fuera. Collantes y Benítez encontraron huecos, y el Elche se tambaleó. Como lo hizo la grada del Nuevo los Cármenes cuando Geijo, el goleador del Granada, saltaba al campo dejando atrás su lesión en el hombro.

Pronto dejó Geijo muestras de su enorme calidad, al recibir un balón de Abel tras un gran desmarque. Su balón, cruzado, dio en el poste. Asustado, el Elche dejó de plantar batalla. Fueron los mejores momentos del Granada, que vio cómo Abel lanzó al larguero a falta de cinco minutos. En el rechace, Collantes marcó, pero había controlado el balón con la mano. Fue el prólogo a un final de infarto, con dos penaltis fallados en el descuento y todo aún por decidir. El próximo sábado se decidirá la última plaza a Primera con todo el suspense posible.