El Barça, de todos los colores

Cuando el Regal Barcelona mueve su arsenal con la soltura y solvencia con que lo hizo ayer, resulta arrollador. Poco pudo oponer el Caja Laboral, que se derrumbó con estrépito en el último cuarto, perdió el partido por 78-62 y queda en una situación muy difícil porque otra derrota le eliminaría y, para meterse en la final, debería ganar los tres partidos restantes de la serie.

Navarro anotó nueve puntos, no gran cosa. Lorbek, el mejor en el primer partido, se quedó en tres. Anderson fue el máximo anotador del equipo con 12, cifra discreta. Pero el Barça dominó a base de aplicar el talento de sus jugadores en dosis oportunas. Cada azulgrana aportó lo justo para que su conjunto mantuviera una velocidad de crucero que acabó con un rival demasiado reducido a la mano de Teletovic y al ritmo que impone Huertas. Bien marcados, no se encontraron a gusto.

Tampoco Navarro se salió. Ni Vázquez. La diferencia estuvo en que Batista y Palacio, los reservas de Teletovic y Huertas, no dieron la talla. En cambio, los relevos del Barça rindieron a plena satisfacción. Lakovic, inédito en el primer encuentro, alimentó con velocidad y canastas a su equipo y Ndong le dotó de la intimidación necesaria para frenar las penetraciones de San Emeterio con las que el Caja Laboral redujo una primera brecha en el tercer cuarto (de 47-38 a 49-47).

El Barça dominó el rebote, con ocho capturas más, y estuvo más acertado en el entrejuego, ya que el Caja Laboral perdió 10 balones más de los que recuperó, un déficit que pesó como una losa. El partido se decantó en un último cuarto en el que Anderson, Lakovic y Sada perforaron la canasta con facilidad. Careció de recursos el Baskonia, justo de lo que pudo presumir el Barça.