Madrid mira la Copa

"José Mourinho es muy celoso de su trabajo. Ha reclamado autonomía en el primer equipo y a Jorge [Valdano] y a mí nos parece bien. Gestionar un vestuario es muy difícil, hay muchos egos y esa autonomía es buena para que no haya disfunción", dijo el presidente del Real Madrid el pasado 21 de febrero. Fue la última vez que Florentino Pérez habló públicamente de la relación entre Mourinho y Valdano (durante una entrevista al Larguero en Lyon). Le preguntaron también si Mou no tenía demasiado ego. "Todas las personas que triunfan lo tienen", contestó. Ayer, durante las celebraciones del equipo blanco con la Copa -visitó las sedes del Ayuntamiento y la Comunidad, además de la Catedral de la Almudena-, Florentino Pérez vivió el último episodio del enfrentamiento Mourinho-Valdano.

No hay paz entre ellos. Ni miradas. El director general fue el primero en entrar al Ayuntamiento; el técnico portugués, el último. Para encontrar a Mou bastaba con buscar a Valdano, siempre estaban en el lado opuesto el uno del otro: seis butacas de distancia en el Ayuntamiento y ocho escalones en la Almudena. La distancia entre ambos ahora empieza a ser también física. Valdano se atrevió el martes por la noche después del partido contra el Getafe a hacer un comentario sobre el portugués. "Él va decidiendo con cierto sentido de la oportunidad cuándo salir a la sala de prensa. Hubo mucho ruido alrededor de su figura en los últimos tiempos y me parece importante que dé un paso al costado y que baje el nivel de decibelios", dijo a Canal +. Se refería a las declaraciones de Mou después del clásico de Champions que le costaron cinco partidos de sanción.

Mourinho no aparece en sala de prensa precisamente desde esa noche en el Bernabéu. Pero el martes, ya casi de madrugada, consideró oportuno contestar y lanzar otro pulso a Valdano. Lo hizo a través de su portavoz particular, Eladio Parames, que, a su vez transmitió su mensaje a través de la Cope: "Valdano es el portavoz del Madrid, no de Mourinho y por eso no sabe de lo que habla. Se equivoca rotundamente cuando dice que Mourinho ha dado un paso al costado para reducir el nivel de decibelios. Mou hablará y hará ruido en el momento que él considere oportuno y de forma inequívoca".

Este es el clima que se encontró ayer Florentino Pérez antes de recibir las felicitaciones del alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, y de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Para sus festejos institucionales, el Madrid eligió el mismo día en el que el Barça se podía proclamar campeón de Liga. Mientras Florentino destacaba la importancia de la Copa -"ha sido una obsesión para nosotros"-, las caras de los jugadores reflejaban todo menos ganas de pasear el trofeo. Era su día libre y habían pasado dos semanas desde que consiguieron el trofeo. Lo dejó claro Higuaín el martes en zona mixta. "Pues sí, toca el paripé de siempre...", comentó. Ayer dijo que se le había malinterpretado. "En Argentina, paripé es sinónimo de festejo y de protocolo". Los festejos, para este curso, se han acabado. Florentino tendrá tiempo para limar asperezas entre su entrenador y su director general y hombre de confianza. "Los dos son necesarios y compatibles", dijo en febrero. Parece que han pasado siglos.