Laboratorios de imagen y tecnología

A primera vista son coches para soñar, inalcanzables para la gran mayoría. Pero su exclusividad los convierte en laboratorios de ensayo de las soluciones más avanzadas, mientras que sus prohibitivos precios permiten estrenar las tecnologías más vanguardistas.

Las primeras televisiones de pantalla plana salían muy caras, pero hoy son habituales en muchos hogares. Lo mismo ha sucedido con los teléfonos móviles, los ordenadores portátiles y, también, con las tecnologías del automóvil. Y es que el precio de un producto baja cuantas más unidades se fabrican, pero para llegar a este círculo virtuoso hace falta que alguien inicie la cadena.

En la industria de las cuatro ruedas, los superdeportivos cumplen esta misión en muchas ocasiones. A priori pueden parecer muy poco razonables, pero aportan un valor técnico innegable. Los frenos de disco, los cambios accionables en el volante, los materiales ligeros y otras soluciones se ensayaron primero en estos coches y llegaron después a modelos más populares. El McLaren MP4-12C y el Aston Martin Virage son los ejemplos más recientes de esta transferencia tecnológica. Dos supercoches solo al alcance de algunos privilegiados, pero con innovaciones que acabarán disfrutando conductores de economías más normales.

El cambio DSG de VW lo estrenó el Bugatti Veyron, que costaba 1,3 millones de euros

El MP4-12C es el nuevo superdeportivo del fabricante británico que compite en el Mundial de Fórmula 1. Se trata de un biplaza radical que busca las máximas prestaciones y es lo más parecido a un monoplaza de competición que se puede encontrar en el mercado. Estrena un motor 3.8 V8 biturbo de 600 CV y alcanza 330 km/h, pero logra un consumo medio sorprendente: 11,7 litros. Para lograrlo se ha rebajado el peso. Así, la carrocería y la mecánica son de aluminio, y tiene un habitáculo de fibra de carbono, como su predecesor, el McLaren F1 de los años noventa, que fue el primer coche de calle con esta tecnología. El MP4-12C pesa 1.500 kilos. La marca declara una reducción de costes asombrosa en este componente de carbono: si el valor de referencia del McLaren F1 era 100, el del MP4-12C se queda en apenas ocho, un ahorro superior al 90%. Y esta mejora no solo beneficiará a la marca. BMW ha anunciado que el i3, su primer utilitario eléctrico (2013), tendrá también habitáculo de carbono, algo impensable hace solo una década por su elevado precio. En el i3, la insuperable ligereza de este material permitirá ampliar la autonomía de las baterías.

Hay otros ejemplos. El cambio automático DSG de doble embrague del grupo Volkswagen (VW) -el mejor disponible en la actualidad- que ya utilizan todas sus marcas, desde Seat y Skoda a VW y Audi, se estrenó en el estratosférico Bugatti Veyron, un supercoche de 1.001 CV y 406 km/h que costaba más de 1,3 millones de euros cuando salió en 2003.

El Aston Martin Virage también marcará tendencias, aunque en otros campos. Y es que lo que persigue el fabricante de los modelos de James Bond es alcanzar la excelencia en la imagen de sus coches para seguir siendo la referencia del sector en diseño y calidad interior. Aunque tampoco renuncia a avances técnicos como la carrocería de aluminio. El Virage es un automóvil grande y elegante, que se ofrece en versiones cupé y descapotable, las dos con líneas cautivadoras. En este caso, la transferencia se centra en la imagen. La estética y proporciones de los Aston Martin se estudian en las escuelas de diseño, y han servido también de inspiración a modelos de otras marcas. Jaguar propone formas similares en sus deportivos XK, y hasta Renault ha adoptado trazos parecidos en la zaga del Laguna Coupé, que recoge detalles que remiten al lápiz inconfundible de los Aston. El diseño interior, con una consola central ovalada en la zona superior, y menos vertical de lo normal, ha influido también en otras marcas.

Los Virage ofrecen 2+2 plazas y un motor 6.0 V12 de 496 CV que combina una respuesta tan suave como contundente. El refinamiento de los materiales del interior, en su mayoría cueros y aluminios pulidos, supone un referente en la industria del automóvil. También aporta otros detalles exquisitos, como la llave rematada en cristal o el equipo de música Bang&Olufsen de 1.000 vatios. Como todos los Aston Martin, los Virage se ensamblan a mano de forma artesanal, un proceso que lleva unas 200 horas, de las cuales 70 son para tapizar el interior.

Tanto el McLaren como el Aston Martin se fabrican en pequeñas series que refuerzan su exclusividad. Como suele ocurrir con estos coches, es probable que ambos terminen convirtiéndose en codiciadas piezas de coleccionista que, con el paso del tiempo, ganen valor en lugar de depreciarse. El MP4-12C cuesta en España 223.110 euros, y el Virage sale por 215.258 (cupé) y 231.040 (descapotable o Volante).