Joaquín Colomer Sala: pediatra, académico y político
El pasado día 13 murió en su casa de Valencia, apaciblemente y rodeado de su familia, Joaquín Colomer. Fue un hombre sencillo, tímido y trabajador, comprometido con ideas de progreso e igualdad y con las mejoras en la sanidad, el mundo académico y la medicina. Ocupó posiciones de responsabilidad en áreas profesionales que apreciaba, fue catedrático de su especialidad médica, la pediatría, rector de su universidad y presidente de los rectores españoles y consejero de Sanidad durante 10 años en varios de los Gobiernos de Joan Lerma en la Generalitat valenciana.
Nacido en Madrid en 1922, tuvo una vida intensa y participó de momentos clave de la Transición democrática. Conectó con las tendencias internacionales, realizó frecuentes viajes de estudio a Londres y empezó a desarrollar en España la hematología y oncología pediátricas.
Reformó la sanidad valenciana e impulsó el servicio de atención primaria
Se formó en la escuela de pediatría de Tomás Sala, a quien siguió a la Universidad de Cádiz. Allí se enamoró de una guapa enfermera puericultora, Concha Revuelta, que se convirtió en la compañera de su vida y con quien compartió 64 años y cuatro hijas.
Obtuvo la Cátedra de Pediatría de la Universidad de Valencia en pleno franquismo, cuando hacía falta "limpieza política de expediente" para trabajar en la Universidad. Como otros en aquellos tristes años, pudo ser catedrático gracias a gestiones de Ruiz-Gallardón, del que nadie ha valorado hasta ahora su contribución a la modernización de la Universidad española. En la Transición estuvo con el PSP de Tierno Galván y comprometido con el desarrollo de la Junta Democrática.
Con la democracia fue director general de Salud Pública en la preautonomía valenciana, con Manuel Sánchez Ayuso de consejero. Valoró las necesidades básicas de la población infantil y con un grupo de entusiastas desarrolló la primera experiencia en España de atención primaria pediátrica, creando en los setenta uno de los primeros centros de salud del Estado español, en los Poblados Marítimos de Valencia.
Fue el primer rector democráticamente elegido en la Universidad de Valencia en 1979. En este puesto le cogió la asonada de Tejero y su vertiente valenciana de Milán del Bosch con los tanques en la calle, y Joaquín pasó aquellas tensas horas reunido con el resto de las autoridades democráticas de la ciudad. Presidió el Consejo de Rectores, hoy de Universidades, de 1982 a 1984, y al año siguiente fue llamado por Joan Lerma para formar parte del Consell, en donde permaneció 10 años.
Como consejero acometió la transferencia de los servicios sanitarios a la Generalitat, a la vez que desarrollaba la reforma de los servicios sanitarios con el impulso a la atención primaria. Realizó la primera encuesta autonómica de salud y creó una red de centros, llamados entonces de salud comunitaria, y que aún subsisten como una de las experiencias prácticas más interesantes del Estado. En esta misma línea creó el Instituto Valenciano de Estudios en Salud Pública (IVESP), institución ya desaparecida desgraciadamente, que situó por unos años la salud pública valenciana en el mapa europeo de la investigación y la docencia de posgrado.
En esta España de la crispación y los bandos irreconciliables, personas como Joaquín Colomer dejan, por su ejemplo, un legado de tolerancia, respeto y buen y educado trato. Se notará su ausencia. Su nieta Marina se despedía de él en Facebook con este post: "Nos quedamos con tu cariño, tu honradez, tu sinceridad y tu generosidad. Has generado una familia maravillosa llena de gente que te quiere y así has estado acompañado hoy. Continúa cuidando de nosotros, como has hecho hasta ahora. Adiós a los ojos más claros de la familia y mirada transparente, adiós, Abu".
Carlos Álvarez-Dardet es catedrático de Salud Pública de la Universidad de Alicante.
