Un informe de Caixa Galicia constata signos de recuperación

La buena noticia es que la economía gallega empieza a salir del pozo. La mala, que todavía necesita mantener las expectativas actuales para confirmar que la recuperación va en serio. El pronóstico lo realizó ayer el Centro de Investigación Económica y Financiera de Caixa Galicia en su último estudio de coyuntura. El informe mantiene que la senda positiva que han iniciado las empresas está al margen de los puntuales efectos beneficios que puedan generar acontecimientos como el Xacobeo.

El sector industrial, muy afectado en el inicio de la crisis, se recuperó en el segundo trimestre con una tasa de crecimiento del 4,5%, que supera a la media del resto de España.

Uno de los pivotes del avance ha estado, según los economistas de Caixa Galicia, en la producción de energía en los meses más calurosos, julio y agosto. La comunidad sigue pagando el pato de los excesos del ladrillo, que volvieron a contribuir negativamente a la generación de PIB. La obra civil cayó de nuevo ante los recortes presupuestarios y porque no se cumplieron las expectativas que la Xunta había puesto en las llamadas "fórmulas de colaboración público privadas". Peor parada sale la edificación residencial, con una caída en los visados de viviendas del 40%.

Los ingresos procedentes del turismo salvaron los muebles en el sector servicios, que volvió a mostrar tasas positivas. Algo que no se repetirá el año próximo, el efecto Xacobeo, ayudó a mejorar la cifra de viajeros (un 17%) y de pernoctaciones (el 14%). En los aeropuertos la crisis se dejó sentir de forma desigual. El de Santiago aumentó casi un 10% el número de pasajeros frente a la caída de un 7% en Peinador y del 1,7% en Alvedro.

El paro sube

El mercado de trabajo no se recupera al mismo ritmo que el tejido empresarial. La tasa de paro, del 14,9% en el tercer trimestre, supera en 2,5 puntos a la registrada un año antes. Los que pagan el pato son los trabajadores con contrato temporal. En lo que respecta a los Expedientes de Regulación de Empleo, entre enero y julio de este año se vieron afectadas 7.011 personas frente a 16.260 de un año antes. Esas cifras se verán fuertemente incrementadas en la recta final del año, cuando se dé el visto bueno al despido pactado de 1.200 empleados de las cajas de ahorros fusionadas.