Un yanqui en las finanzas británicas
El nombramiento de Bob Diamond como nuevo consejero delegado de Barclays -uno de los gigantes de la banca británica- ha polarizado las reacciones en la City londinense y suscitado ciertos recelos en un sector del Gobierno. Porque el carismático estadounidense de 59 años, protagonista de una brillante gestión al frente de la filial de banca de inversión del grupo (Barclays Capital, hoy una de las más rentables del planeta), también es la personificación misma del financiero agresivo, adepto a las operaciones especulativas que implican inmensos beneficios y mayores riesgos.
"Me siento extremadamente motivado", declaraba esta semana Diamond sobre el puesto que ocupará a partir de marzo, con el reto de imprimir a la entidad el mismo dinamismo que en solo tres lustros acabó convirtiendo a BarCap en su filial estrella. Su espíritu arriesgado y un tanto impulsivo contrasta con la prudencia que define a John Varley, el británico al que va a sustituir y con el que habría mantenido una tensa rivalidad, aunque desde el Barclays siempre lo han negado.
Viene de la banca de inversión, donde amasó una enorme fortuna
Miembro de una familia de nueve hijos y criado en Massachusetts, en 1979 Diamond dejaba de impartir clases en la Escuela de Negocios de la Universidad de Connecticut para estrenarse en la banca de inversiones de la mano de Morgan Stanley. Su rápida progresión le condujo a fichar por Credit Suisse, donde en 1992 ya dirigía las operaciones para la zona de Asia. Cuatro años más tarde ingresa en el grupo Barclays, donde su designación como director de la división de banca corporativa y de inversión se tradujo en un meteórico ascenso, a la par que amasaba una fortuna personal estimada en 100 millones de libras. El bonus de 21 millones que Diamond percibió en 2007 es ilustrativa de aquel boom de los servicios financieros que acabó pinchando, arrastrando consigo a tantas entidades bancarias, aunque no al Barclays gracias a los calculados pasos de Varley.
El gestor que ahora toma el relevo abandonará su residencia neoyorquina de los dos últimos años para instalarse de forma permanente en Londres, donde lleva asesorando al alcalde conservador Boris Johnson desde que este tomó posesión. Fanático de los deportes, seguidor de los Chicago Red Sox (béisbol) y de los New England Patriots (fútbol americano), la nueva vida de Bob Diamond en la capital británica le permitirá también seguir más de cerca a otro de sus amores futbolísticos, el club londinense Chelsea. -
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