El Madrid despierta de la siesta

Uno se da cuenta de que se está acercando al Rose Bowl, el estadio de los Galaxy, por el olor a carne asada. Está perdido en el medio de la nada, en Pasadena (a unos 50 kilómetros de Los Ángeles), rodeado de colinas. En los días de partido, miles de aficionados montan su propio chiringuito en los aledaños del estadio. Hay césped y cada uno se trae su pequeña barbacoa y su mini bar. Dentro, desde las gradas, se ven los montes de San Gabriel. Aquí jugaron Brasil e Italia la final del Mundial de 1994. Aquí disputó ayer el Madrid de Mourinho su segundo amistoso de la temporada -con visita de David Beckham incluida- antes de volar de nuevo rumbo a España.

Se quedó dormido el Madrid que en el descanso iba perdiendo ya 2-0 contra los Galaxy. El técnico portugués repitió esquema táctico (4-2-3-1) pero con un doble pivote con Lass y Diarra (el de Malí sentó a Gago) no hay manera de que el partido tenga ritmo. Tampoco con Drenthe. Ni con Granero. El canterano parece el único que de momento no ha sufrido el efecto Mou. Sigue siendo el Granero de la temporada pasada: lento, perdido. Transmite todo menos ganas de pelear en el campo.

Benzema, Dudek, Garay y Lass fueron los únicos que repitieron de inicio. Sin Canales y sin Cristiano, el delantero francés, más participativo, no encontró más socios que Di María y Van der Vaart. Los únicos que se negaron a echarse una siesta. El holandés sigue otro año más en el Madrid. El verano pasado el club le buscó una salida sin éxito. Van der Vaart trabajó en silencio sin quejarse. Y, cuando le tocó sustituir a Kaká, nadie lloró la ausencia del brasileño.

Fue Higuaín, sin embargo, quien despertó al Madrid. Junto a Xabi Alonso y a Cristiano. Mourinho revolucionó el equipo en la segunda parte (solo siguió Garay). Tal y como anunció en la víspera, el técnico jugó con dos once diferentes. Pedro León, Canales y Cristiano entraron por Granero, Van der Vaart y Di María y Marcelo por Drenthe. Sin Lass y Diarra, el Madrid es otra cosa y empieza a parecerse a un equipo. Xabi Alonso tomó las riendas del centro del campo, Cristiano puso el empuje e Higuaín los goles. La cara del Madrid cambió en seis minutos. Lo que tardó el argentino en marcar el primer gol. Diez minutos después anotó el segundo. Y Pedro León selló la victoria.

Igual que contra el América, los blancos remontaron en la segunda parte. Seguro que Mourinho habrá tomado notas del desparpajo de Canales, de la madurez que ha alcanzado Higuaín, de la quinta marcha de Cristiano y de la visión de juego de Xabi Alonso. Mientras tanto, rezará para que no se lesione el internacional español y para que Khedira se recupere pronto de su problema en la uña.