Esperando el despegue
Las expectativas de futuro de la división española de Airbus dependen en gran medida del A400M, un proyecto sometido a tensiones e incertidumbre
Los ejecutivos españoles de EADS que acudieron hace días a la feria aeronáutica de Farnborough para presentar el A400M estaban orgullosos de su avión. Con tres prototipos volando en pruebas, es el mayor y más avanzado avión de transporte militar diseñado en Europa: un proyecto clave para Airbus Military, la división de transporte militar del consorcio europeo, con sede en España (Madrid). Concebido en 2003, cuando se selló el acuerdo entre siete países (Alemania, Francia, España, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Turquía), como una adaptación de los modelos civiles al transporte militar, el avión se ha convertido en un versátil aparato con equipos para aterrizajes especiales o vuelo a baja velocidad.
La carga de trabajo que España recibe de EADS supera su peso accionarial en ella
Otro proyecto que lidera España está en el aire: el avión no tripulado Talarión
El A400M ha concitado buenas expectativas de negocio. El coste de los 180 aviones pedidos (más cuatro para Malaisia) alcanza los 25.500 millones de euros, cifra a la que habría que sumar la de su posible venta a terceros países, unos 500 aviones más. Además, un 15% de la carga de trabajo generada se quedaría en España, sobre todo en Sevilla, "que es donde se ensamblarían los aviones", apuntan en EADS. El problema es que la mutación del proyecto ha generado sobrecostes que han elevado el presupuesto en cerca de 5.500 millones de euros, sobre los 20.000 millones iniciales.
Todo esto se habría superado de no ser por la crisis de la deuda soberana y los ajustes fiscales en los firmantes del programa. Para salir del impasse, antes que pedirles el pago de los sobrecostes, "se ha acordado", explican en la empresa, "que puedan reducir la cifra de unidades pedidas". Alemania y Francia parecen dispuestos a hacerlo y a recortar su encargo en unos diez aviones. Aun así, y pese a que el 5 de marzo los firmantes decidieron tomar la decisión definitiva antes del verano, esta ya no llegará antes de noviembre. En Airbus Military descartan que el proyecto pueda abandonarse o revisarse seriamente. Lo que no ha evitado la inquietud en España. En estado muy avanzado (lleva siete años), el A400M ha absorbido ya muchísima inversión, además de la implicación de varias plantas en Europa (incluidas Sevilla y Getafe) y un gran número de trabajadores. De modo que en EADS cuentan con "empezar la producción en serie a final de año para entregar el primer aparato a final de 2012".
Las vicisitudes del proyecto han provocado, sin embargo, pérdidas a EADS. Los Estados firmantes decidieron hacerse cargo solo de parte de los sobrecostes, mientras que la empresa tendrá que asumir unos 2.400 millones de euros. De resultas de ello, Airbus Military registró pérdidas de 1.757 millones (504 millones en 2008) el año pasado, lo que ha hecho entrar en números rojos al conjunto del consorcio. Pese a que las otras cuatro divisiones (Airbus Comercial,
Eurocopter, Defensa y Seguridad y Astrium) lograron seguir en beneficios, EADS acabó 2009 con pérdidas de 763 millones en contraste con los 1.572 millones de beneficios en 2008. No solo por el A400M. Los retrasos del A380 contribuyeron a reducir los resultados del área de aviones comerciales en un 83%.
Aún en fase de desarrollo, los ingresos del A400M pesan cada vez más en los resultados de Airbus Military, llamada a ser la división más importante de EADS en España y "no solo por la cifra de negocio", señalan en la empresa, "sino por la aportación tecnológica y las inversiones en su desarrollo". El 40% de la plantilla de 3.000 trabajadores de Airbus Military en España está implicado en el nuevo avión. Esto, además de los puestos indirectos y los que se ocupan del programa en las plantas españolas de Airbus Comercial. El 400M y los aviones cisterna (tanqueros), de los que se han vendido ya 28 a Australia, Reino Unido, Arabia Saudí o Emiratos (que empezarán a ser entregados a final de año), han venido reduciendo el peso de los antiguos modelos de CASA, los C295, CN235 o C295, de los que se han vendido más de 1.000 a 130 clientes.
Los problemas con el A400M no son una buena noticia para España. Además llueve sobre mojado. Otro de los proyectos liderados aquí, el avión no tripulado Talarión, está también un poco en el aire. Acordado entre España, Francia y Alemania, prevé la construcción de 45 aviones y 15 sistemas por valor de 19.500 millones de euros. Pero las necesidades de ahorro han obligado a los tres Gobiernos a aplazar su decisión. También en este caso EADS parece dispuesta a avanzar con el proyecto, "ya que", apuntan en la empresa, "es esencial desde el punto de vista tecnológico".
De todos modos, y pese a algunas quejas de que España estaría obteniendo menos de lo esperado de EADS, su carga de trabajo es mayor que su peso. Su paquete accionarial es el 5,48% y su contribución a los pedidos fue en 2009 del 3,1%, pero tiene el 9,1% del inmovilizado material, el 6,7% de las inversiones y el 8,4% de los 119.000 trabajadores del consorcio. Y estos porcentajes han subido. "En aviación comercial", dicen en EADS, "empezamos con el 4,2% en el A350 y estamos en el 10% en el A380". Aun así, Airbus Military es clave para un crecimiento rápido. Uno de los objetivos del plan estratégico del grupo, Visión 2020, es elevar el peso de los aviones militares, un negocio menos cíclico que el de los comerciales, lo que supondría pasar del 27% que representa ahora Airbus Military, Defensa y Seguridad y Eurocopter a más del 40%.
En Airbus Commercial (que ha ampliado la planta de Illescas), el crecimiento en España depende de varios factores. Louis Gallois, consejero delegado de EADS, pretende buscar alianzas con otras empresas e instalar más capacidad de producción en los países compradores, lo que llevará a una reducción porcentual de trabajadores en Europa del 97 al 80 en 2020. Gallois ya recordó que EADS exporta el 70% fuera de Europa y cuenta que en la próxima década Asia y EE UU sean sus mayores mercados. La idea es comprar en este EE UU empresas por valor de 8.000 millones de euros y alcanzar los 10.000 millones de dólares de ingresos en 2020.
EADS, que se presentó al contrato de aviones tanqueros para la Fuerza Aérea de EE UU -un producto de Airbus Military- por valor de 40.000 millones de euros, ofrece producirlos en Alabama. Una posibilidad, dicen en el sector, remota, ya que las probabilidades de ganar el contrato son bajas. Pero también una jugada genial, agregan, al obligar a Boeing a bajar precios evitando así que pueda sacar mayores beneficios del contrato y usar ese dinero para apretarle las tuercas a Airbus, bajando precios en el mercado de aviones comerciales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.