Espinosa: "No hay problemas con los chiringuitos"

La ministra de Medio Ambiente y de Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, tampoco desveló ayer el misterio de lo que ocurre con los chiringuitos de playa, después de que en octubre pasado se anunciara que en el primer trimestre de este año estarían traspasadas a la Junta las competencias sobre usos del litoral y que se iniciaba el proceso para trasladar al no más de 10% de establecimientos que no se ajustaban a la Ley de Costas. Preguntada sobre el estado actual de la cuestión, la ministra lo despachó: "No detectamos ningún problema considerable, más que algún tema de trámite administrativo y seguiremos trabajando con la Junta, los ayuntamientos y los hosteleros para darle una solución lo más pronto posible".

Espinosa dijo que el propósito del ministerio siempre ha sido "hacer compatible el uso de esta actividad con la normativa". "Creo que vamos muy bien", afirmó, y explicó que ya se han dado nuevas concesiones a los ayuntamientos que han cumplimentado la documentación pertinente, y que otros "la están completando".

Tampoco fue muy explícita sobre el proceso de transferencias, del que igualmente dijo que va muy bien. Contó que después de haber celebrado "varias" reuniones técnicas, "no existe absolutamente ningún problema con la Junta". "Se va trabajando para perfilarla, lógicamente hay que hablar de personal y recursos humanos que siempre son temas sensibles", añadió. Espinosa recordó que la coordinación del traspaso compete al ministerio de Política Territorial y que se realizará "cuando se decida por la buena voluntad de las dos partes".

La ministra anunció la aprobación definitiva del proyecto de regeneración y parque marítimo de los Baños del Carmen, largamente esperado en Málaga, que costará unos 13 millones. El problema es que aún hay que rescatar las dos concesiones en vigor, el restaurante del balneario y los Astilleros Nereo.

Espinosa inauguró las obras de estabilización de la playa de La Caleta de Málaga consistentes en el refuerzo y prolongación del dique exento y la construcción de un espigón de unos 60 metros que lo une a la orilla, lo que ha permitido añadidamente ampliar la playa, que tiene ahora una anchura de unos 50 metros.

Los 506.000 metros cúbicos de arena aportada proceden de las excavaciones para el metro. Las obras han costado 5,9 millones de euros y pondrá fin al problema recurrente cada invierno de la desaparición de la playa por los temporales.