_
_
_
_
CARTA ABIERTA A ARTURO VIROSQUEMARTÍN SEVILLA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

CAM-Bancaja, Valencia-Alicante

Estimado Arturo:

Leo por la prensa que te despides de la Presidencia de la Cámara de Comercio de Valencia después de 15 años. Recuerdo cuando entraste en ese puesto "con carácter provisional" en 1995, al tener yo alguna responsabilidad con el sector de Cámaras de Comercio. Me hubiese gustado que este escrito pudiera ser solamente para expresarte mis mejores deseos para el futuro y, posiblemente, para valorar tu gestión de estos años. Pero ¡qué va!

Fiel a tu estilo directo, haces una despedida que a muchos no debe dejar indiferentes. Al menos a mí no me deja. Por muchas razones, pero especialmente por lo que respecta a las relaciones entre Alicante y Valencia y a tus opiniones sobre Caja Mediterráneo, su pasado, su futuro y la hipotética fusión con Bancaja.

Según opinas, "Alicante transfiere el temor a Valencia desde los colegios". ¡Venga ya! ¿Temor a qué? No conozco ninguna acción que se esté llevando a cabo en los colegios donde se atemorice a los niños con el coco de Valencia. Posiblemente el mayor temor que se pueda dar en estos colegios (por otra parte común, aunque en sentido inverso en Valencia) es a la ignorancia de los unos a los otros, hecho éste que, en una Comunidad como la nuestra, con la gran dispersión de la población y la importancia de las tres capitales de provincia, hace que la vertebración de las personas y las ideas sea tan escasa.

Es cierto que en el mundo empresarial cuesta trabajo ver iniciativas conjuntas que traten de poner en marcha proyectos comunes. Recientemente, un grupo de empresarios ponía en marcha lo que llamaba "un lobby valenciano para influir en la política de Madrid" donde, curiosamente, no había ni uno procedente de Alicante. No voy a dar lecciones a nadie, pero creo que, en todo caso, las malas o inexistentes relaciones que se dan entre las personas o las empresas de Valencia y Alicante no hay que atribuirlas solo a una de las partes. En todo caso, a los de Valencia habría que pedirles un poco más de modestia y generosidad al corresponderle la responsabilidad de la capitalidad, aunque como se ve, no del liderazgo.

Viene esto a cuento de tus comentarios acerca de la CAM y esa fusión frustrada que tú atribuyes a Alicante: "Si Camps fuerza la fusión, hubiese podido haber problemas muy serios entre Alicante y Valencia" dices, porque "el rechazo de Alicante a una fusión con Bancaja había sido brutal". Por mucho que me esfuerzo, no atino a ver dónde ha estado la brutalidad. Posiblemente no he estado en los mismos ambientes en los que ha participado Arturo Virosque.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Lamentablemente, creo que en todo caso, lo que no ha habido, si era eso lo que se deseaba políticamente (¿o no se deseaba realmente?) ha sido una falta de estrategia de política financiera para conseguirlo. Desde luego, duplicar las redes de sucursales en el espacio común, no era la estrategia más adecuada para recomendar posteriormente una fusión: y culpar de eso a la CAM es taparse los ojos ante la gran cantidad de sucursales que tiene Bancaja en Alicante, por recordar algún detalle.

Pero desde luego, lo que creo que son imperdonables (y te aseguro que no contribuyen un ápice al posible amor de Alicante por Valencia, al ser tú una persona representativa del cap i casal) son tus comentarios sobre la situación de la CAM como entidad y su relación con el Banco de España o con Caja Madrid. No reproduzco los mismos ya que considero que son improcedentes a todas luces.

Con el ánimo y la esperanza de que el entendimiento entre Valencia y Alicante pueda contribuir a fortalecer nuestra Comunidad en unos momentos tan delicados como los actuales, mucho me gustaría que fueras capaz de rectificar esas declaraciones que en nada contribuyen a la concordia y que lo único que hacen es echar leña a algo tan delicado como son los sentimientos. Por supuesto, a los aspectos financieros no creo que les afecte.

Deseándote lo mejor en tu nueva etapa.

Martín Sevilla es consejero de CAM y ex consejero de Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat valenciana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_