Denominación de origen
Los expertos en comunicación discrepan sobre los efectos de usar Pepe Griñán

Desde que llegó a la presidencia de la Junta de Andalucía en sustitución de Manuel Chaves, José Antonio Griñán ha pedido a todos sus interlocutores que lo llamen por su apelativo hipocorístico, Pepe. Así lo hacen sus amigos y su familia. No se identifica con el nombre que figura en su DNI y con el que firma los decretos en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, se siente extraño. "No me han llamado José Antonio en mi vida", confesó en Los Desayunos de TVE. Griñán no ha logrado que los medios de comunicación, ni escritos ni audiovisuales, lo llamen Pepe, salvo TVE. Se lo pidió en esa entrevista a la periodista Pepa Bueno y desde ese momento TVE rotula así al presidente andaluz en los informativos. Tampoco los comunicados de la Oficina del Portavoz del Gobierno andaluz aluden a él por su diminutivo, aunque sus consejeros sí lo hacen, singularmente la responsable de la Presidencia y portavoz, Mar Moreno, quien desde su primera comparecencia pública se refiere a él como "el presidente Pepe Griñán".
Griñán: "No me han llamado José Antonio en mi vida"
TVE rotula "Pepe" al presidente en sus apariciones en los informativos
Un catedrático dice que el nombre familiar "abarata la dignidad"
Un profesor de Publicidad cree que Pepe transmite confianza y cercanía
El PSOE andaluz empezó a utilizar el diminutivo en los preparativos del congreso extraordinario en el que fue elegido secretario general. "Este es el congreso de Pepe Griñán", repetía el número dos socialista, Rafael Velasco. También en los comunicados de esta formación. Ahora ha saltado a la publicidad. "Con Pepe Griñán, cambiamos Andalucía", rematan las cuñas de radio y los vídeos colgados en Internet.
Los socialistas han puesto en marcha una campaña, en la que se van a gastar 90.000 euros, con la idea de destacar que se "han hecho muchas cosas de repercusión social en el primer año de gobierno de Griñán en un momento de gran dificultad", afirma el responsable de Redes Sociales y Acción Electoral, Miguel Ángel Vázquez, quien también es doctor en Periodismo. "Ese es el motivo fundamental y se valora si se aprovecha la oportunidad de usar Pepe o José Antonio Griñán". Se decide utilizar el primer nombre, "porque es así como él se siente más cómodo y así lo llaman su círculo de amistades. Se trata de acercarse a la realidad. No se trata de cambiarle el nombre ni es una operación cosmética y no tiene mayor trascendencia", asegura Vázquez.
Para el PP debe tenerla, porque desde que saltó la propaganda, todos los dirigentes del PP, empezando por Arenas, remarcan cuando hablan del presidente andaluz: "Señor Griñán, don José Antonio", le dijo en un pleno del Parlamento hace 15 días. La réplica del presidente andaluz fue: "Señor Arenas, don Francisco Javier". Los populares incluso plantearon una queja en el consejo de administración de RTVE por el uso del diminutivo ya que, opinan, implica "un exceso de familiaridad".
A la mayoría de los expertos consultados, salvo uno, no le ha parecido acertada la fórmula de utilizar el apelativo de Pepe en vez de José Antonio. Por ahora, sólo se ha usado en la publicidad oral, aunque se estudia incluirla en cartelería.
El consejo de José Antonio Mingolarra, catedrático de Teoría de la Comunicación de la Universidad del País Vasco, es que no lo pongan por escrito. "Hay una especie de confianza, de tono coloquial. En alusión a un cargo público, a mí no me gusta", responde. En su opinión, el uso de Pepe debería ceñirse al concepto oral "y en partidos menos formales, pero por escrito no lo haría". ¿Por qué? "No es una falta grave, pero es un poco chusco, desvirtúa el concepto de líder", mantiene Mingolarra.
Bernardo Díaz Nosty, catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga, considera "populista" la denominación. "Al llamar Pepe al presidente de la Junta de Andalucía, parece que se procura cercanía, proximidad... Pero con ello se abarata mucho la dignidad atribuible a quien ocupa un alto cargo y al cargo mismo que ocupa. Quienes no conocemos al personaje -y el personaje no es muy conocido y, aún menos, popular-, el Pepe nos aleja de él, lo sitúa fuera de nuestro entorno, en el círculo de confianza de otros: los suyos, sus amigos. Hay aquí algo de populismo y compadreo. También llamaban Manolo al señor Chaves, pero nadie le decía Manolo, sino don Manuel, al presidente de la Junta. No es una cuestión menor".
El profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad de Málaga, Marcial García López, asegura que la publicidad del PSOE pretende acudir al terreno de la cercanía y "del carácter humano de los políticos pero se sigue sin hablar de política ni de ciudadanía". Y añade: "No cabe duda que sustituir José Antonio Griñán por Pepe Griñán forma parte de esta estrategia de humanización del político y esa necesidad de convertirlo en marca en vez de recuperar la cultura democrática y política, desacreditas y pervertidas hasta tal extremo que este tipo de estrategias de elogio de la cercanía y del valor humano del político, más allá de si resulta creíble, que efectivamente podría ser, no hacen sino profundizar la crisis de la política y de la construcción de ciudadanía".
"Yo le digo a mis alumnos de Publicidad que se olviden de dar muchos datos y vayan hacia la emotividad y al corazón", asegura el profesor malagueño Carlos de las Heras, de Comunicación Audiovisual y Publicidad. La campaña del PSOE le ha gustado, la considera "acertada" y apoya el uso de Pepe entre otros motivos por ser un nombre "muy andaluz". "Entiendo que la campaña quiere transmitir confianza y cercanía con la población" y eso debe empezar por el nombre. Ahora bien, advierte: "El hecho de que se entienda como una persona cercana me parece bien, siempre que sea verdad y que se vea esa cercanía, porque si luego es una persona estirada o su gabinete no lo dejan, pues es peor".
Ahora, Javier
El PP ha reaccionado de manera airada con la campaña en la que el PSOE presenta a "Pepe Griñán, como líder del cambio". Los populares también usan la palabra cambio en su propaganda, pero quizás lo que más les ha molestado es el uso de Pepe por José Antonio, como reconoce un enrabietado Antonio Sanz en su blog. "La imposición del Pepe a Griñán, además de patética, es una grotesca impostura. La personalidad del presidente andaluz no irradia, precisamente, cercanía, afabilidad o familiaridad. Por mucho que le llamen Pepe, él siempre se comportará como don José Antonio". Sanz no explica el modo de proceder de los que se llaman José Antonio.
El PP también puso en marcha en octubre de 2007, meses antes de las autonómicas del 2008, una campaña publicitaria en la que se mostraba a su líder, Javier Arenas, como una persona cercana y de confianza. "Ahora, el cambio. Ahora, Javier", se veía en las vallas. En el vídeo promocional, el locutor se refería a Arenas por su nombre: "Javier se sumerge en Andalucía, recorre todos sus rincones y ofrece soluciones reales a los problemas cotidianos", decía la propaganda en la que el diputado popular proclamaba: "Yo tengo las recetas del cambio".
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