_
_
_
_

Los bares de la playa de L'Arenal de Xàbia desafían a la Ley de Costas

El Ayuntamiento abrió expedientes de infracción por invadir suelo público

Fue una escena inaudita. El alcalde de Xàbia, Eduardo Monfort, del BNV, y su concejal de Obras, Toni Torres, se vieron obligados hace unos días a bajar hasta la exclusiva playa de L'Arenal para pedirle a un propietario que dejara pasar por los dominios de su restaurante en primera línea del litoral la maquinaria que debía regenerar ese tramo de costa, asolado tras los temporales de diciembre.

El empresario en cuestión había ocupado doce metros cuadrados de dominio público para instalar una rampa en un paraje rodeado de rocas y mar impidiendo así el acceso a las palas, pero lejos de amilanarse amenazó con denunciar al Ayuntamiento. El empresario consideraba que tenía derecho a disponer de ese terreno a pesar de su naturaleza pública porque paradójicamente le paga una tasa al Ayuntamiento por esa ocupación del dominio público.

Los hosteleros se quejan de que se mine a la principal baza turística
Los restaurantes han acristalado terrazas y han ocupado el paseo

El incidente ilustra a la perfección lo que está sucediendo en L'Arenal de Xàbia, uno de los litorales más exclusivos de la Comunidad Valenciana al que acuden cada año miles de visitantes, muchos con alto poder adquisitivo: los propietarios de los establecimientos hosteleros han convertido la zona en una especie de coto particular, han acristalado terrazas a pesar de que el PGOU de la población lo prohíbe, han ocupado el paseo con mesas y sillas y han ubicado otros elementos de obra a muy poca distancia del mar, desafiando así la Ley de Costas.

Esta invasión, que lleva casi tres décadas provocando agrias controversias, discute sin embargo el derecho de vecinos y turistas a transitar por una zona que es pública, por no hablar de sus consecuencias medioambientales, como pudo verse con las obras de regeneración.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Por este motivo, el gobierno local, integrado por BNV y PP, había decidido atajar la situación: a finales de febrero, aprobó la demolición de una de las terrazas, la del restaurante President y anunció nuevos derribos, toda vez que desde 2004 el Ayuntamiento tiene abiertos expedientes por infracción urbanística en este sentido. Por otro lado, los técnicos municipales recomiendan que se inste a la dirección general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente a abrir expedientes por los casos de ocupación de suelo público con sillas, mesas o rampas.

No obstante, estas actuaciones habían puesto en pie de guerra a los empresarios de l?Arenal, por lo que en el último pleno el gobierno local reculó y decidió apoyar una moción del PSPV que prevé una moratoria en el derribo de las terrazas hasta que una comisión decida sobre el problema que se ha planteado.

De cualquier modo, los ánimos de la asociación hostelera de la zona siguen encrespados y el hecho de que el Ayuntamiento cerrara durante el principio de Semana Santa los accesos de l?Arenal para pintar los viales no ha ayudado precisamente a calmarlos. Los empresarios aseguran que sus restaurantes, bares y discobares son una de las principales bazas turísticas que ofrece Xàbia, y contribuyen a desestacionalizar el maltrecho sector turístico. Los hosteleros consideran que esta ofensiva no tiene sentido precisamente en estos tiempos de crisis y cuando de estos negocios viven numerosas familias y que las terrazas de la discordia llevan años consolidadas.

Además, creen que el Ayuntamiento ha reaccionado de esta manera porque a lo largo de esta larga controversia los tribunales han dado la razón a los empresarios al menos en dos ocasiones: primero dictaminaron que el Consistorio no podía expropiar las terrazas; y después que tampoco tenía derecho a cobrar con carácter retroactivo todas las tasas por ocupación de vía pública correspondientes a los últimos veinte años en que han mantenido esta actividad ya que la administración ha sido incapaz de trazar un deslinde nítido entre el dominio público de los paseos y el privado de los negocios, según recoge una sentencia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_