El PNV atribuye a la "atomización" del nacionalismo la pérdida del Gobierno vasco

El PNV sigue dándole vueltas a la pérdida de Ajuria Enea. En el primer Aberri Eguna que celebran en la oposición en 30 años de democracia, su presidente, Íñigo Urkullu, hizo incluso autocrítica al reconocer que ellos también han cometido algunos errores que han propiciado la división del nacionalismo y, en consecuencia, han ayudado a construir ese escenario de progresiva pérdida de poder político. De tener el control en todas las instituciones vascas han pasado en tres décadas a ceder los Ayuntamientos de San Sebastián y Vitoria, y el Gobierno vasco.

Tras los presuntos casos de corrupción que acechan al partido en Álava y en Guipúzcoa, el panorama puede ser aún peor en las diputaciones forales. "La atomización sin precedentes que vive actualmente el nacionalismo vasco ha abierto el camino para el éxito de la estrategia PSE-PP", reconoció el presidente del PNV, Iñigo Urkullu. Una atomización cuyo mejor reflejo es la fotografía del Aberri Eguna, con hasta cuatro actos diferentes de las distintas formaciones abertzales.

Quizás por eso el lema del Aberri Eguna 2010 con el que se presentó el PNV a sus bases fue Construyendo Euskadi, Euskadi Eraikitzen, y de ahí el emplazamiento de Urkullu a sus cargos públicos a construir una alternativa política para recuperar el Gobierno. "Demostremos que tenemos la capacidad de integrar en una misma apuesta de país a las personas y sensibilidades abertzales y demócratas, superando los errores que en el pasado pudimos cometer", dijo en alusión a la escisión del PNV de 1986, de la que nació EA; a la reciente de ese partido, de la que surgió Hamaikabat, y a la de Batasuna, que dio origen a Aralar.