"El cambio climático no se puede negar"

Una fotografía de Fernando Torres convive con otra del ex ministro Pedro Solbes, en camisa de manga corta y dos cajas de pizza en las manos, en este restaurante italiano de Majadahonda. Cerca de Solbes, hay un retrato de Juan Costa muy sonriente. Y así, decenas y decenas de instantáneas de personajes conocidos forran las paredes del local que el diputado del Partido Popular por Castellón ha escogido para almorzar.

A lo lejos parece haber una foto de David Beckham, pero cuesta distinguirlo porque está lejos de la mesa en la que el Juan Costa de carne y hueso se pone mucho más serio. "Va a haber un cambio económico muy importante, y puede darse de dos formas: porque las economías decidan liderarlo o porque el cambio climático y la pobreza lleven a una recesión mundial más grave de lo que ha sido esta", asegura después de pedir, sin necesidad de mirar la carta, una pasta amatriciana. El medio ambiente, explica, es un activo fundamental de la economía y, si éste falla, el sistema se viene abajo, así que es necesario un nuevo modo de vivir, consumir y trabajar.

El diputado del PP no sabe si seguirá en política la próxima legislatura

Ha reunido estas ideas en un libro titulado La revolución imparable.

¿Pero el PP creía en esto del calentamiento global? "Sí, este asunto formaba parte del programa electoral que yo mismo coordiné. El cambio climático no se puede negar, luego está que cada uno puede ser más o menos afortunado en sus declaraciones. Lo que pasa es que no podemos saber los efectos que va a haber", responde mientras sirve ensalada en los platos de ambos comensales. La pregunta asoma en la mesa porque José María Aznar desdeñó la importancia del calentamiento global y llegó a llamar a los ecologistas "enemigos de la libertad" en el año 2008. Mariano Rajoy también se mofó de este fenómeno en un foro internacional, ante Al Gore, en 2007.

En su libro, cuyos beneficios quiere donar a una ONG, Costa propone medidas como un IVA que grave más los productos antiecológicos, propugna la erradicación de la pobreza y una suerte de Gobierno mundial formado por países líderes economía y también en derechos sociales.

Se diría que este es el libro que uno escribe cuando abandona la política. Juan Costa asegura no tener decidido su destino después de esta legislatura, que piensa acabar en su escaño de diputado, pero su última etapa en el partido no ha podido resultar un romance con eso que el mundo de la política llama aparato. El PP sancionó a su hermano, Ricardo Costa, salpicado en la rama valenciana del caso Gürtel. Le suspendió de militancia durante un año por sostener en público que seguía siendo secretario general del PP valenciano, pese a que en Madrid se le daba por destituido, lo que nunca se votó formalmente.

"Es una sanción injusta, porque él no ha incumplido ninguno de sus deberes y creo que tiene derecho a que se restituya su honor. Creo que ha aprendido cuándo hay lealtad y cuándo no la hay. Yo también he sacado mis conclusiones", explica. Horas después, justo mientras presenta su libro, el PP hace público que confirma la sanción a su hermano. El afectado, que ya lleva seis meses de suspensión, se entera de la medida en la misma presentación.