Escenarios de la crisis

Grúas al mejor postor y muebles en quiebra

Una gran tienda de mobiliario cierra sin aviso con centenares de pedidos - Los bienes de una importante constructora se subastan en Valdemoro

Son ciudadanos de Torrejón, Mejorada o Alcobendas que acudieron a lo que se publicitaba como "la tienda de muebles más grande de España". Quedaba un poco lejos de casa, pero merecía la pena, aparentemente: nada menos que 25.000 metros cuadrados en Mondéjar (Guadalajara), un pueblo de 2.000 habitantes limítrofe con Madrid. Una gigantesca nave junto a la carretera ofrecía el "4 - 1 en el mueble": comprabas el salón y te daban el "dormitorio juvenil, el dormitorio de matrimonio y el recibidor".

Pagaron sus señales para comprar los enseres de su casa. Y luego, según contaban ayer ante las p...

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Son ciudadanos de Torrejón, Mejorada o Alcobendas que acudieron a lo que se publicitaba como "la tienda de muebles más grande de España". Quedaba un poco lejos de casa, pero merecía la pena, aparentemente: nada menos que 25.000 metros cuadrados en Mondéjar (Guadalajara), un pueblo de 2.000 habitantes limítrofe con Madrid. Una gigantesca nave junto a la carretera ofrecía el "4 - 1 en el mueble": comprabas el salón y te daban el "dormitorio juvenil, el dormitorio de matrimonio y el recibidor".

Pagaron sus señales para comprar los enseres de su casa. Y luego, según contaban ayer ante las puertas de la nave cerradas, les dieron largas muchas veces. Los foros de Internet se calentaron a medida que les cambiaban las fechas de entrega. Hasta que ayer Muebles Montoya, uno de cuyos dueños había sido asesinado en su casa en noviembre, dejó de existir. Nadie cogía el teléfono y los clientes acabaron en el cuartelillo de la Guardia Civil.

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Paralelamente, en otra nave industrial, esta vez en Valdemoro, los bienes de DHO, una de las 10 constructoras más importantes de este país, eran subastadas al mejor postor. Se amontonaban 441 paquetes de maquinaria industrial y útiles de oficina que iban a cambiar de manos para pagar a los fiadores de la compañía, que presentó concurso de acreedores en 2009. Desde una ensacadora de 40.000 euros hasta palés, tubos, grúas y coches, los lotes fueron desfilando ante decenas de buscadores de gangas, constructores consolidados y empresarios que buscaban reforzar a buen precio el material de su compañía. De media, los precios se triplicaron. La casa de subastas confirmó que llegó a los 600.000 euros en ventas, sobre un precio de salida global de 200.000.

Una adjudicación durante la subasta pública de la maquinaria y otros materiales de la empresa constructora en concurso de acreedores DHO.CARLOS ROSILLO
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