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Reportaje:18ª jornada de Liga

"Lo curioso, el tropezón con Cristiano"

Iraizoz se convierte en héroe de San Mamés tras haber sido discutido

Un día tranquilo. "Estar con la familia, comer con la familia, descansar". Un día tranquilo, "como cualquier otro día de después de un partido". Para Gorka Iraizoz (Pamplona, 28 años), el héroe de San Mamés, el muro impenetrable para Cristiano Ronaldo y compañía, el domingo era un día más: "Ni siquiera he repasado el partido más allá de los resúmenes que ofrecen los informativos de la televisión. Pero, de momento, nada más".

Iraizoz tira por la humildad como una actitud natural en él. Quizá sí recuerda que no hace tanto tiempo el famoso runrún de San Mamés (ése que se instaló tras la retirada de Iribar y tras la marcha de Zubizarreta) le alcanzó de lleno tras algunas actuaciones. Su figura de salvador con la que le recibió la catedral en 2007 sufrió algunos arañazos en su enorme corpachón de portero de toda la vida. El sábado, el público se rindió a sus guantes en la misma medida que Cristiano, sobre todo, y sus compañeros del Madrid se rendían a sus pies y sus manos tras su infructuoso bombardeo. "No recuerdo unas paradas más que otras. No he tenido tiempo. Sólo tengo un recuerdo global", reconocía al término del encuentro. Ayer tampoco lo había hecho en su "día tranquilo".

Una sí la tiene inevitablemente grabada, ahora con una sonrisa, por el resultado final obtenido. De lo contrario, esa sonrisa habría dejado su lugar a un gesto de rabia incontenible. "Sí, la más curiosa, ciertamente, fue aquella jugada en la que tropecé con Cristiano, que estaba en el suelo y yo también caí tras tocar el balón y dar éste en el larguero...". Una acción entre lo voluntario y lo involuntario, un accidente que el árbitro no entendió como falta al portero y que, de haber sido gol, habría incendiado San Mamés, falto de una levísima chispa para cualquier estallido. "La verdad es que yo sabía que había caído, pero, cuando reculaba, no sabía dónde estaba. Y me lo encuentro allí. Quién se lo iba a imaginar... En fín, es una jugada curiosa, de ésas con las que no cuentas en un partido".

El resto no tuvo nada de curioso. Fueron acciones concretas, más de bombardeo lejano que cercano, que medían en cada ocasión la largura de brazos mientras los más viejos del lugar se acordaban de Iribar y los más jóvenes de Zubizarreta. En cierto modo, era como una invocación a los ancestros de San Mamés, que, sin embargo, no movía a Iraizoz (el tipo de portero que más gusta en San Mamés por su envergadura tradicional, 1,91 metros y 92,5 kilos) a una explosión satisfactoria: "No sé si más adelante me acordaré especialmente de este partido. El tiempo lo dirá. Quién sabe si una situación como ésta puede repetirse en otros partidos". Tiempo al tiempo para un portero que sí reconoce que "todo salió a pedir de boca" y que la mentalización del grupo y la suya propia "fue absoluta".

Sabía Iraizoz que su llegada (traspasado del Espanyol por dos millones de euros) iba a ser valorada como la de la solución definitiva a las dudas en la portería del Athletic. Y que cualquier atisbo de error gestionaría las dudas de una parroquia más exigente con los porteros que con el resto de los jugadores. Iraizoz ha sido indiscutible en el Athletic, en el que sólo no ha jugado por lesión y algunos descansos, pocos, en la Copa del Rey. Lo cierto es que en su tercera temporada ya suma 89 partidos de rojiblanco, el club que no creyó en él cuando lo tuvo en el Bilbao Athletic y tuvo que comenzar de nuevo en el Gernika para recalar en el Espanyol, jugar cedido en el Eibar y finalmente retornar a San Mamés, que anteayer le rindió pleitesía. En un club carente de títulos últimamente, Iraizoz trajo dos: la Copa de Cataluña y la Copa del Rey en 2006. Eso sí, con el Espanyol.

Iraizoz recrimina una acción a Cristiano Ronaldo.
Iraizoz recrimina una acción a Cristiano Ronaldo.ASSOCIATED PRESS

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