ACS 'made in' USA

Sin alharacas, desplegando con tiento su estrategia, y en sólo cuatro años, ACS se ha consolidado como uno de los grupos empresariales españoles con mayor implantación y mejores perspectivas en el pujante mercado norteamericano de la construcción pública, las concesiones de infraestructuras, el medioambiente y la sostenibilidad. Su desembarco, que se inició con la creación de una pequeña compañía, Dragados USA Inc., para auscultar el funcionamiento y las posibilidades de tan amplio y diverso mercado, se materializa hoy en un conglomerado societario que cuenta con 24 oficinas de distintas divisiones y filiales de la matriz ACS distribuidas en 12 Estados y regiones de EE UU y Canadá, con tres constructoras incorporadas al grupo, con una plantilla de 2.100 empleados y con 1.100 millones y 4.100 millones de dólares, respectivamente, en la cifra de negocios y en la cartera de pedidos estimada al cierre de 2009.

Desembarcó en 2006 con Dragados y hoy factura 1.100 millones en Norteamérica

Cada Estado o región, en EE UU o Canadá, es un mundo. No es un mercado fácil

Acaba de adquirir dos constructoras en Nueva York (Picone) y en Arizona (Pulice)

Asesora a los Estados de Tejas y Carolina y tiene 4.100 millones de dólares en pedidos

ACS eligió priorizar su expansión en Norteamérica, explican fuentes del grupo, porque es un mercado que se ajusta a los requisitos que consideran imprescindibles para invertir y operar: seguridad jurídica ("queremos ir a países donde se respetan los contratos"), planes potentes para el desarrollo de infraestructuras ("que no sean circunstanciales, que tengan un horizonte de continuidad") y unos parámetros razonables de seguridad ciudadana ("no queremos enviar a nuestro personal, y a sus familias, a lugares en los que corran un riesgo importante de ser víctimas de atentados u otros delitos violentos").

EE UU, que es el mayor mercado mundial de infraestructuras, y su vecino Canadá, responden a estos requisitos y además, al contrario de lo que sucede en España o en Europa, carecen de grandes conglomerados domésticos o foráneos de construcción e infraestructuras que operen en todo su territorio -la mayoría son compañías pequeñas, en términos relativos, que trabajan sólo en el Estado en el que tienen su sede social y en algunos limítrofes-.

Circunstancias favorables pero que no implican, advierten en ACS, que sea un mercado fácil para acceder y trabajar. "No hay un único mercado o varios muy parecidos como ocurre en Europa", explican. Cada Estado federado en EE UU o cada región en Canadá es un mundo. Tienen su propia legislación, sus propias reglas administrativas para la adjudicación y la concesión de infraestructuras y para la supervisión del cumplimiento de los contratos. "Aquí, en Norteamérica, exigen a las empresas que garanticen el 100% de sus ofertas, no un aval por el 4% del importe como en España, y no hay revisiones que valgan. Si te equivocas, la pagas".

La estrategia de ACS ante esta realidad fue crear primero la filial Dragados USA con el objetivo de presentarse a algunos concursos de obra, coger experiencia y conocer más de cerca no sólo los procesos administrativos en esas licitaciones, sino también a competidores y posibles aliados. Los resultados no se hicieron esperar. Apenas unos meses después de su constitución, en el verano de 2006, Dragados USA se adjudicó, a través de una joint venture con la compañía local Judlau (30% de participación), el primer contrato del plan de ampliación del metro de Nueva York, la construcción de la obra East Side Access Manhattan Tunnels, por un importe de 428 millones de dólares. La obra consiste en la apertura de una conexión directa de metro entre la red de Long Island en Queens y la Grand Central Terminal en Manhattan. La experiencia y la tecnología del grupo español en grandes túneles y tuneladoras fue decisiva en la adjudicación.

El segundo paso en la estrategia de ACS, tras afianzar Dragados USA con distintos contratos y propiciar el desembarco en estos mercados de Iridium, filial del grupo español para el desarrollo de concesiones de infraestructuras, de su filial de medioambiente Urbaser y de sus negocios de servicios industriales, fue pasar del crecimiento orgánico al crecimiento a través de la adquisición de firmas aliadas y competidoras.

Así, en diciembre de 2007, Dragados USA adquirió el 100% de Schiavone Construction, especializada en grandes obras, por 150 millones de dólares. Fundada en 1956 y experta en puentes, tiene su sede en Nueva Jersey y una fuerte implantación en el noroeste de EE UU. Schiavone aportó a la filial de ACS, además, una cartera de obra pendiente de ejecutar de 800 millones de dólares, en la que se incluía un contrato para construir, junto a las compañías Skanska y Shea, la línea 7 del metro de Nueva York, por un valor total de 1.144 millones de euros.

Los últimos mimbres en el cesto norteamericano de ACS son recientes. En los últimos treinta días ha adquirido otras dos constructoras: Pulice Construction, en Arizona, y

John P. Picone, en Nueva York. La empresa familiar Pulice, que desde hace cinco años es el mayor contratista del Departamento de Transportes de Arizona y cuya facturación anual asciende a 244 millones de dólares, ha supuesto para Dragados un desembolso de 113,9 millones de dólares (unos 80 millones de euros). Pulice, además de operar en Arizona, cuenta con calificación para participar en concursos de obra pública en Utah, Nevada y California.

John P. Picone se ha incorporado al grupo en la primera semana de enero. La adquisición se ha hecho a un precio de 131,7 millones de dólares (92 millones de euros). Su facturación estimada en 2009 asciende a 235 millones de dólares y tiene como principales clientes al Departamento de Protección Medioambiental de Nueva York y a la Autoridad del Transporte Metropolitano de Nueva York. Cuenta también con un endeudamiento neto negativo de 62,8 millones de dólares y una cartera de 800 millones de dólares.

ACS se ha convertido asimismo en socio-asesor de las autoridades de Carolina del Norte y de Tejas para la identificación de proyectos concesionales de infraestructuras público-privadas y para su realización por importe, respectivamente, de 1.000 millones y 2.000 millones de dólares (en una primera fase). Las concesiones de Carolina las está ya realizando. En Tejas, el consorcio de Iridium y la norteamericana Zachry fue designado en 2008 por las autoridades socio estratégico durante 50 años en el diseño, la planificación y el desarrollo de un gran corredor de infraestructuras de 1.000 kilómetros. En estos momentos se están perfilando los primeros de un abanico de proyectos que va a requerir muchos años para su desarrollo y unos 30.000 millones de inversión.

ACS tiene muy claro en su aventura americana la supeditación de sus actividades en concesiones y medioambiente a la obtención de sinergias y de negocio para el conjunto del grupo y en especial para Dragados USA. Y la renuncia de ésta al mercado residencial para dedicarse exclusivamente a la obra pública. -