Bond, pero no James

En el año 2077 el pensamiento único se ha impuesto y no se guarda memoria alguna del pasado. Treinta años antes, se quemaron los museos de todo el mundo y se prohibió la prensa y la tenencia de libros, fotos y documentos. Gente armada patrulla los barrios destruidos, para evitar el tráfico de antigüedades. A través de un futuro posindustrial uniforme y orwelliano, el dramaturgo británico Edward Bond nos habla de un presente ingrato y desmemoriado en Otro no tengo (Have I none), comedia filosófica que se representa del 5 al 7 de diciembre en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (Marqués de Casa Riera, 2, metro Banco). Esta parábola sobre la perversidad del pensamiento cortoplacista imperante, la alienación de las masas, el ocultamiento de una parte sustancial de la información significativa y la proclamación del fin de la historia nos descubre a un autor que conmocionó la escena anglosajona con dramas como Saved (donde se lapida a un bebé), Bingo (fabulación nada amable sobre Shakespeare) y The crime of the 21st Century, otra obra de política-ficción. La dirección escénica es de Carlos Aladro, que ha estrenado cuatro montajes en La Abadía y que fue ayudante de dirección de José Luis Gómez en otros tantos.