Mar asegura que la protección de Touriñán admite la piscifactoría
Un tercio del proyecto de Pescanova invade hábitats prioritarios, segúnAdega
La anulación judicial del proyecto de piscifactoría en Rinlo-Ribadeo no tiene consecuencias para el proyecto de cabo Touriñán porque los grados de protección de la Red Natura en ambos enclaves son diferentes, según sostuvieron ayer los conselleiros Agustín Hernández, de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, y Rosa Quintana, de Mar. "No se puede comparar un caso con otro", aseguraron ambos. "En Red Natura es posible hacer infraestructuras de cualquier tipo, siempre y cuando se cumplan determinadas condiciones", afirmó Hernández. Ambos conselleiros señalaron, no obstante, que los servicios jurídicos de la Xunta están analizando el contenido y el alcance de la sentencia.
Adega, el colectivo ecologista que planteó el recurso contra la planta de Rinlo, sostiene que el fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que anuló la declaración de impacto ambiental y las licencias de obra y actividad de esa planta, tendrá necesariamente efecto sobre el proyecto de Pescanova en Cabo Touriñán. El plan sectorial que promovió el último Gobierno de Fraga no señalaba los hábitats prioritarios y confundía las denominaciones de los LIC (lugares de interés comunitario), cuya relevancia ha reconocido ahora el TSXG. El proyecto de Pescanova en Touriñán, según Adega, plantea una ocupación de 350.000 metros cuadrados, de los que 120.000 corresponden a hábitats prioritarios o de especial protección y que no se pueden segmentar, como los considerados por el TSXG para anular el proyecto de Ribadeo.
Los servicios jurídicos analizan el alcance de la sentencia
La sentencia sobre el proyecto de Rinlo confirma las posiciones que venían defendiendo el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y la anterior Xunta, señaló ayer la ministra Elena Espinosa, quien quiso precisar que el fallo judicial concernía a un proyecto aprobado por la Xunta de Fraga.
Espinosa subrayó la necesidad de compatibilizar el futuro de la acuicultura con el respeto al medio ambiente, "que el plan acuícola de la anterior Xunta cumplía, dando seguridad tanto al medio ambiente como a las empresas; el resto, ya se ve los problemas que genera", indicó.
"No quiero entrar de nuevo en el debate sobre el plan acuícola", respondió por su parte la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que participaba en el mismo acto de la feria de Conxemar, en Vigo. Quintana destacó que el proyecto de Rinlo estaba en el plan del bipartito, y el actual Gobierno "no lo ha tocado". No es el mismo proyecto que anula la sentencia. El plan acuícola del bipartito retranqueó el emplazamiento inicial (el anulado por la sentencia) 400 metros.
Quintana, además de recordar que la Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, realizó en 2005 un informe favorable al proyecto de Rinlo, lo que rebajaría el rigor medioambientalista expuesto por la ministra, insistió en subrayar los distintos grados de protección obligados para Ribadeo y Touriñán, aun estando ambos dentro de la Red Natura. La conselleira explicó que la anulación judicial del proyecto se debe a la falta de un informe de la Unión Europea que la Xunta bipartita evitó pedir en su momento por entender que el ámbito de especial protección que lo hacía obligatorio sólo representaba el 0,07% de la superficie afectada por el proyecto.
Para Marisol Soneira, la sentencia del TSXG que anula la piscifactoría de Acuinor en Rinlo demuestra que el Plan Galego de Acuicultura del bipartito era "el mejor instrumento" para defender la costa y, al tiempo, apostar por la acuicultura como motor de desarrollo. A su juicio, el fallo del TSXG es "una bofetada en la cara" para los argumentos del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo al anularlo.
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