El BNG vaticina que las "agresiones" del PP al gallego darán alas al nacionalismo

De nuevo en la oposición y con el "marcador a cero" tras salir de la Xunta, el BNG consiguió ayer en su cita anual del Día da Patria Galega, y por primera vez desde su descalabro en los comicios del 1 de marzo, una alegría. Abarrotó la compostelana Praza da Quintana con miles de manifestantes, movilizados en defensa del idioma y por el empleo. Con los ex líderes Xosé Manuel Beiras y Anxo Quintana fuera de la tribuna, perdidos entre la muchedumbre, su sucesor, Guillerme Vázquez, arengó a los nacionalistas a "actuar unidos y estar socialmente activos", porque todos comparten el convencimiento de que volverán "a gobernar Galicia".

Para el nuevo portavoz nacional del BNG, "las agresiones despiadadas del PP a la identidad nacional", y principalmente al idioma, "que sufre un ataque sin precedentes orquestado desde la propia Xunta", van a volver a dar alas y votos a la ahora mermada fuerza nacionalista. "No lo dudéis: si fuimos capaces de sobrevivir y vencer al PP de Fraga, sobreviviremos y venceremos al PP de Núñez Feijóo", proclamó Vázquez. Las consignas de ayer avalaron su discurso. Frente a las habituales "Galiza ceibe, poder popular" o "PSOE, PP a mesma merda é", sonaron sobre todo con fuerza entre la masa nacionalista los gritos de "Na Galiza, en galego" o "Galegos somos, galegos seremos, por españois nunca pasaremos". Y entre las pancartas de los manifestantes, ganaron las que reivindicaban independencia.

Guillerme Vázquez: "Si vencimos a Fraga, también lo haremos con Feijóo"

Guillerme Vázquez considera que los problemas económicos, y un "modelo de casino exclusivamente al servicio de los poderosos" también ayudarán al nacionalismo a recuperar adhesiones. Sobre todo, tras demostrar Alberto Núñez Feijóo, en sus primeros 100 días como presidente de Galicia, que "no da la talla". "Hay que recordarle que si está al frente del Gobierno gallego es para defender los intereses de Galicia, y no para hacer carrera política personal, plegándose a lo que le ordenen desde Madrid" o convirtiendo la Xunta en "un esperpéntico concesionario de coches de segunda mano".

El dirigente nacionalista hizo del PP y de Feijóo la principal diana de sus críticas. Pero también recriminó al PSOE sus "alianzas" con el PP para "consolidar una financiación injusta, avalar un nuevo retraso de la modernización ferroviaria, permitir la pérdida de control de las cajas de ahorro" y, además, preparar "una reforma del Estatuto que consolide a Galicia en la segunda división". "El PSOE es libre de pactar con el PP lo que quiera, pero tendrá que explicar ante la sociedad gallega por qué se suma al PP", advirtió el líder del Bloque a sus ex socios en la Xunta.

El dirigente, convencido de que "la primera experiencia del nacionalismo en el gobierno fue globalmente positiva", opinó que el Bloque hizo los deberes para reorganizarse "con éxito" tras su fracaso electoral.