El suburbio urbano que desafía al futuro

Una tasa de paro que alcanza el 30%, un analfabetismo que afecta al 14% de la población, un fracaso escolar que supera el 40%. Son cifras que trazan la realidad socioeconómica de la zona sur de Jerez, un suburbio urbano integrado por doce barrios y 24.087 personas, el 12% de la población del término municipal jerezano (206.000 habitantes).

Las Administraciones quieren saldar una deuda histórica con este gueto. El Ayuntamiento y el Gobierno Central, con el 70% del capital sufragado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), han iniciado la transformación de la zona sur con el Plan Iniciativa Urbana (Plan Urban) 2009-2015, una inyección de 15 millones de euros para revitalizar un distrito que se ha quedado atrás.

El Ayuntamiento y el Gobierno quieren saldar una deuda con este gueto

El plan prevé obras y actuaciones medioambientales y de empleo

El primer obstáculo a la integración es físico. Buena parte de estos 12 barrios se sitúan en la vega y la ladera de la colina sobre la que se construyó el Jerez medieval. Un pronunciado desnivel en una distancia inferior a dos kilómetros separa el casco histórico de la zona sur. Para salvar el aislamiento geográfico, el Plan Urban prevé la instalación de enormes escaleras mecánicas en los barrios de Torresoto y Estancia Barrera. Asimismo, para superar una cota de 47 metros de altura de la cuesta de San Telmo, la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez (PSOE), anuncia la puesta en marcha de un funicular que tendrá un servicio de 24 horas.

La actuación medioambiental supone un drástico cambio a la imagen del distrito. Según explica el coordinador del Plan Urban, el socialista Francisco Gil, se va a desmontar y allanar el cerro de Santo Tomás para hacer el mayor parque urbano del área. Dispondrá de un equipamiento deportivo con gradas, una amplia zona infantil, un parque para mayores y un tercer espacio para uso de gymkhana ciclista. Para hacer desaparecer la colina y completar el proyecto se necesitarán nueve meses de trabajo desde el inicio de las obras en septiembre y una inversión de 2,5 millones de euros.

Una de las patas clave de esta intervención pública es la revitalización de la economía. En este capítulo, a grandes rasgos, se ha previsto la edificación de un mercado de abastos en Federico Mayo, un micropolígono industrial para jóvenes emprendedores en el barrio de El MOPU, incentivos comerciales para La Liberación, ayudas a pequeños negocios o la instalación de nuevos locales comerciales en el entorno del Campo de la Juventud.

Combatir el déficit social y formativo es otro reto. El Ayuntamiento ha diseñado la construcción de un centro social para la infancia y un segundo espacio para mujeres. Para ellas habrá un programa on line para las que tengan cargas no compartidas de niños o ancianos, diversos talleres formativos básicos y uno específico de alfabetización informática.

Igualmente hay un especial empeño en motivar a personas sin hábito laboral. Se ha incluido en el presupuesto la formación de jóvenes y hombres en varias actividades profesionales. Durante la formación contarán con contratos de trabajo. Una vez preparados, podrán constituirse en cooperativas y proseguir la actividad en una nave para actividad empresarial que igualmente les facilitará la Administración.

El Plan Urban se completa con un centro de seguridad ciudadana, muy demandado en el distrito sur, enclave histórico del trapicheo de droga en Jerez.

La alcaldesa encabeza el comité de dirección del Plan Urban, que será auditado durante su ejecución por una empresa externa. A pesar de que el gobierno municipal ha programado las actuaciones previstas, los sindicatos mayoritarios, empresarios, representantes de las 20 asociaciones de vecinos del distrito, miembros de las AMPAS de los colegios de la zona, colectivos de mujeres, asociaciones juveniles, de mayores, deportivas y un representante de cada uno de los partidos de la oposición municipal participan en los distintos órganos de control, seguimiento y consulta del Plan Urban 2009-2015, la recompensa a más de medio siglo de abandono.