¿Qué te parece esto, Sheila?

Citigroup se está haciendo el simpático con los reguladores. Eso es evidente tras la reciente remodelación de la plana mayor de este banco con problemas. Aunque los cambios parecen principalmente diseñados para agradar a muchos vigilantes financieros de Citi, a los accionistas puede venirles bien la aparente aquiescencia del consejero delegado, Vikram Pandit.

Citigroup nombró a Eugene McQuade para dirigir Citibank, su principal banco comercial. Como ex presidente y director general de FleetBoston, McQuade conoce la banca minorista y comercial. Ésta es la experiencia profesional que los reguladores, encabezados por la jefa de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), Sheila Bair, habían acusado a Citi y Pandit de no poseer en suficiente cantidad. Así queda neutralizada una de las críticas.

En segundo lugar, el banco sustituye a Ned Kelly en el cargo de director financiero del grupo por un especialista en números, el jefe de contabilidad John Gerspach. Puesto que es uno de los principales ejecutivos encargados de la coordinación con los reguladores, el cambio parece sensato. Aunque Kelly parece contar con la confianza de sus compañeros del banco, su trayectoria profesional en la rama de la banca de inversión lo convertía en una elección extraña como rostro público del banco para el tema de las finanzas.

Además, Kelly -que también decoró su presentación con jerga de Wall Street sobre convocatorias de accionistas en los cuatro meses que ocupó el cargo- no era un pararrayos que contara con la aprobación de los supervisores del banco. A principios de este año, cuando Citi se vio superado por Wells Fargo en su intento de hacerse con Wachovia, Kelly afirmó que el FDIC era el tercer regulador del grupo, detrás de la Reserva Federal y el Interventor Monetario.

Por consiguiente, con estos cambios, Citi parece haber eliminado un factor irritante en las relaciones con sus vigilantes y respondido a las críticas de que sus directivos carecían de suficiente experiencia en banca comercial. Esto debería garantizar más tiempo a Pandit y a sus ejecutivos para llevar a la práctica su plan de deshacerse de activos y hacer que éste sea más manejable. En este sentido, los intereses de los accionistas y los de los reguladores son, por suerte, los mismos.