Saca Nadal
El tenista inicia mañana el torneo de Barcelona con el objetivo de mejorar su servicio
El avión de Rafa Nadal aterrizó el domingo en Barcelona poco antes de la medianoche. Por suerte, coincidió un vuelo nocturno desde Montecarlo y tanto su equipo de preparadores como él no tuvieron que coger el coche y recorrer los 600 kilómetros que separan las dos ciudades como hicieron los últimos cuatro años. "Está todo lo fresco que se puede estar", aseguró con una sonrisilla picarona Carlos Costa, representante del tenista. Se refería a que Nadal pudo dormir las ocho horas recomendadas, pero, al mismo tiempo, tenía el cuerpo cargado y exhausto después de ganar por quinta vez consecutiva el torneo de Montecarlo.
A pesar del éxito, había un detalle que molestaba sobremanera a Nadal, perfeccionista y ambicioso como pocos. "Mis servicios han sido un desastre. Sacaba mejor al principio de la temporada", desveló con un tono entre irritado y de reprimenda tras vencer a Novak Djokovic en la final monegasca con un porcentaje de puntos ganados con el primer servicio del 61% y del 47% con el segundo. De ahí que ayer, en el Real Club de Tenis de Barcelona, donde dio inicio el Open Banco Sabadell, tratara de pulir el saque durante un breve y destensado entrenamiento.
"Servía mejor al principio del año. En Montecarlo fue un desastre"
Tras 20 minutos de peloteo para desentumecer los músculos, Nadal se centró en el saque. "No lo hagas tan rápido", le remarcaba el preparador Francisco Roig -Toni Nadal, su tío y entrenador, llegará el miércoles a Barcelona-; "deja que la bola caiga para poder ejecutar el golpe completo". Y Nadal comentaba, asentía y ejecutaba al tiempo que se retocaba los tres esparadrapos que envolvían sus dedos de la mano izquierda. "En el segundo saque, deja que todo el brazo se estire". El típico hachazo para conseguir el efecto imposible. "¡Ah!, pon el cuerpo recto y sin perder el equilibrio", le insistía Roig.
Todos estos conceptos no son, ni mucho menos, nuevos para Nadal. "Pero se trataba de refrescar, de recordar, para que luego el golpe salga natural y se minimicen los errores", explican desde su entorno. "¡El último saque!", gritó de repente el manacorense. Y reventó la bola. No dio tiempo a más porque dos figuras del baloncesto español, dos de los medallistas de plata en Pekín, Juan Carlos Navarro, del Regal Barcelona, y Ricky Rubio, del DKV Joventut, entraron en la pista para saludarle. Nada raro si se atiende a la sobrecargada agenda del tenista, que tiene actos publicitarios cada cinco horas hasta mañana, cuando debutará ante el portugués Frederico Gil, que ya le tuteó en el Masters de Miami y que ayer barrió (6-2 y 6-1) a Yen-Hsun Lu, de Taipei, gracias a un servicio terrorífico y una derecha muy profunda.
Mientras se batían sus rivales, Nadal acudió a otro evento. Fue al edificio de la editorial Planeta para la presentación de un libro (Juego, set y partido, de Jordi Serra i Fabra) cuyos beneficios por ventas serán donados a la Fundación Nadal. Tan ocupado estaba que ni siquiera pudo pasar por la tienda en la que reparan los cordajes. "Rafa siempre se pone una tensión intermedia, de 25, que le da más control que potencia", explica Xavi, el encargado. Después del acto, Nadal se marchó al hotel oficial del torneo para descansar. Al tiempo, Juan Carlos Ferrero sufrió de lo lindo y cayó por vez primera en el estreno de este campeonato frente al ruso Igo Kuntsyn (7-5 y 7-6). David Ferrer entrará hoy en liza ante Mijail Kukushkin (Kazajistán) y Feliciano López se medirá al finlandés Jarkko Nieminen.
Casi nadie duda de que Nadal ganará por quinta vez el torneo de Barcelona. "En tierra, siempre es el favorito", aseguró Fernando Verdasco; "es casi imbatible". Rafa recogió el testigo: "No soy invencible, por más que en tierra haya conseguido resultados inimaginables y exageradamente buenos". Y añadió: "Ahora disfruto de esto porque sé que no durará eternamente. Así que estoy preparado para ganar, pero también para perder".
De momento, a Nadal le preocupa más su servicio. "Tengo que sacar mejor porque, posiblemente, en Montecarlo hiciera el peor servicio de toda la temporada", reconoció. Aunque abundó: "Por suerte, en tierra, el saque es importante, pero no determinante". En Barcelona se juega sobre arcilla. Saca Nadal.
Resultados: Tipsarevic (Serbia)-Montañés: 6-4 y 7-6. Seppi (Italia)-Andreev (Rusia): 6-3, 3-6 y 7-5. Ventura-Granollers: 7-6 y 6-3. B. Martín-Gicquel (Francia): 6-3 y 6-4. Almagro-Hanescu (Rumania): 3-6, 7-6, 2-2 y retirada. Starace (Italia)-Gulbis (Letonia): 4-6, 6-3 y 6-3. Berdych (República Checa)-Martín Vassallo (Argentina): 5-2 y abandono.
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