Osasuna supera el vértigo

De repente, todo ha cambiado en Osasuna. El equipo de Camacho funciona, las victorias llegan y hasta los árbitros parecen haber cambiado de parecer. Una realidad de color rosa que ha trastocado por completo a un conjunto sin vértigo que ve alejarse cada vez más al fantasma del descenso. En la otra cara de la moneda, un Athletic falto de ideas y carente de juego, se hace socio ya de ese club de los horrores que engloba a los que no hacen los deberes. Y es que, además, el cuadro de Caparrós no cayó en gracia al colegiado valenciano Mateo Lahoz, que finiquitó sus posibilidades con la expulsión desproporcionada de Aitor Ocio cuando apenas había comenzado la segunda mitad. Antes, el marcador mostraba la igualdad existente entre ambos equipos.

La expulsión de Ocio al inicio de la segunda parte fue una losa para el conjunto vasco

El Athletic, que salió atenazado y con el cuchillo entre los dientes, aguantó bien las primeras embestidas de Osasuna hasta que Masoud, quién si no, cazó en el área rojiblanca un disparo desviado de Monreal y lo dirigió a la red. Era el premio a la insistencia navarra, que tuvo, sin embargo, un efecto reconstituyente en el Athletic. Tres minutos más tarde, Ocio aprovechaba uno de esos magistrales saques de falta que cada vez cuesta más ver en su ejecutor, Yeste, y colocaba de nuevo la igualada en el marcador.

A pesar del dominio local en lo que a la posesión del balón se refiere, el Athletic dispuso de las ocasiones más claras del encuentro. Llorente, Javi Martínez y Toquero amenazaron el marco osasunista. Aun así, de nada sirven las estadísticas como alegato frente a un resultado adverso.

Hasta entonces, el guión del partido se desarrollaba con normalidad. Un Osasuna enrachado acosaba a base de pelotazos el área visitante y el Athletic confiaba una vez más en Llorente para romper la defensa local. No tiene plan B el equipo de Caparrós. Ni siquiera el banquillo ofrecía otra posibilidad. El único delantero disponible era Etxeberria, inédito en esta segunda vuelta, pero de nuevo en la convocatoria tras la baja por lesión de Ion Vélez.

El gol llegó para Osasuna en el momento de mayor ebullición, cuando el Athletic se vistió de equipo inferior, incapaz de dominar el balón. No existía centro del campo, y eso que Nekounam no tuvo su mejor tarde. Impreciso en el último pase, el iraní acusa ya los minutos acumulados, por lo que tuvo que ser sustituido por el capitán, Puñal. Apenas cambiaron las cosas. Osasuna buscaba las bandas una y otra vez, pero de allí no salía nada. Monreal y Azpilikueta se sumaban al ataque, pero sus centros no conectaban con Pandiani. Alejado del área, el uruguayo no hace daño. Fruto de la frustración, El Rifle perdió los papeles. Amorebieta fue el objetivo. El pique que mantuvieron durante todo el partido sirvió de contexto para que el delantero realizase la entrada más fea de la tarde. Una acción por la que sólo vio la tarjeta amarilla y que encendió de nuevo la hoguera visitante.

Replegado en su campo, nada pudo hacer el Athletic cuando a la salida de un córner Sergio saltó más que Toquero y remató a la red el segundo y definitivo gol. Tercera victoria consecutiva de Osasuna, que mete de lleno al Athletic en la lucha por la permanencia.