CULTO AL KARAOKE 'ONLINE'
Alake y Aishakat viven su noche de gloria en una gala con tufo a Operación triunfo porque existe una red social con 285.000 usuarios registrados en todo el mundo llamada Red Karaoke. El karaokero, siempre tras su nick, elige una canción, empuña el micro y la graba desde casa; los hay que utilizan webcam (opcional), y entonces salen a la luz los dormitorios, heavys, desordenados, impolutos, llenos de pósters, con edredones de lacitos a juego con las cortinas. Los demás votan y hacen sus comentarios. "Qué voz más linda", "qué bien afinas", o "jua jua juaaa", que es lo que se escribe cuando uno ve al artista en cuestión con un mono de peluche en el hombro y entonando el grito de Tarzán, o a otro currándose los efectos para aparecer negro y así cantar I feel good con más realismo, o a un tercero rapeando con letra de coña un clásico de Bee Gees. Está quien busca divertirse y quien se lo toma muy en serio, se arregla, se prepara, le brillan los ojos pensando que puede ser el comienzo de su carrera musical.
"Si se compran juegos a 60 euros, el karaoke 'online' gratis tiene que funcionar"
Alake y Aishakat, madrileña y valenciana de 24 años, pertenecen a esta última categoría. Estudiante de arquitectura y cantante del grupo de gothic metal SirAngel la primera, licenciada en filología inglesa emigrada al Reino Unido la segunda, ambas con vídeos en MySpace y YouTube, son dos de las ganadoras de la primera edición de los Web Singing Awards (WSA) de Red Karaoke. Por eso actúan esta noche en una sala de Madrid ante una fauna variopinta por la que rondan cazatalentos, según dejan caer como en confidencia los organizadores. Las redes sociales, programas de televisión tipo OT y Factor X o la proliferación de videojuegos musicales le han quitado años y (a veces) caspa al karaoke. "El principal cambio con la consola es que puedes jugar en el salón de casa, la experiencia se vuelve menos individual, todo el mundo participa y la vergüenza a hacer el ridículo frente a desconocidos desaparece", enumera Antonio López, jefe de producto de EA Play, que ha creado Boogie superstar, un juego que utiliza los controles de la Nintendo Wii para cantar y bailar.
"Los musicales son una tendencia importante desde hace dos años", tercia Carlos Iglesias, de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE), remitiendo al doblete de platino de dos entregas de SingStar (Latino y Pop) en los últimos premios de su asociación. Este videojuego de karaoke lleva vendidas más de millón y medio de unidades en España en menos de cinco años, más de 10 millones en todo el mundo, 18 versiones que recogen éxitos internacionales y nacionales, de Madonna a Rafaela Carrá. Cuenta con una tienda de canciones (sólo para PlayStation 3) con más de 800 temas descargables a euro y medio. Y con su propia red social internacional en la que es posible, por ejemplo, ver a dos españoles (peluca azul, disfraz indescriptible) emulando a Queen. "Nuestros usuarios son mitad hombres mitad mujeres, de 20 a 35 años, que utilizan el SingStar para montar fiestas en casa", dibuja el perfil Juan Jiménez, responsable de software del fabricante, Sony.
Los hermanos Richard y Miguel Díez Ferreira vieron la luz en una de esas fiestas, en La Rioja. "Si cientos de miles de personas se compran un juego que cuesta 60 euros, un karaoke online con más de 31.000 canciones gratuitas tiene que funcionar", razonaron. Así nació, en 2007, Red Karaoke, con una masa social joven (el 55% por debajo de los 25 años) en la que abundan las mujeres. "El retrato robot es el de una chica entre 18 y 25 años", acota Miguel. Con presencia en Europa, Estados Unidos y, desde hace aproximadamente un mes, nada menos que en Japón. Pero ésa es otra historia. La de esta noche termina, cómo no, en un karaoke físico, con su semipenumbra, sus sofás de escay, sus pantallas con las letras resaltadas en rosa y con Alake, Aishakat y la cordobesa Macu cantando a tres voces Hijo de la luna.
La Red Karaoke se puede encontrar en Internet: www.redkaraoke.es
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