Quinto título europeo para el equipo español de cross
Ayad Lamdassem llegó a Santiago de Compostela en 2002 con el equipo de Marruecos para disputar el Mundial universitario de cross. La víspera, se fugó del hotel, huyendo del hambre, y no compitió. Se quedó en España. Ayer, con la camiseta roja, terminó cuarto del Europeo en los jardines de Laeken, a la sombra del Atomium de Bruselas. Alemayehu Bezabeh llegó de Etiopía a España hace unos años sin un duro para ganar dinero en el atletismo. Ayer, con la camiseta roja del equipo español, terminó séptimo al hundirse en la última vuelta tras haberse mantenido en el grupo de los buenos -Mo Farah y Mustafá Mohamed, dos somalíes que huyeron de la guerra y compiten por el Reino Unido y Suecia, respectivamente, y el ucranio Serguéi Lebid- hasta que Farah atacó en la penúltima vuelta. Farah y Mohamed estuvieron entrenándose en la altura de Etiopía hasta hace dos semanas. Bezabeh regresó de su país el 4 de noviembre: viajó después de los Juegos, la primera visita a su familia en dos años.
Lamdassem y Bezabeh lideraron al equipo español que por quinto año se coronó campeón de Europa, por delante de Francia. El título individual fue para el ucranio Lebid, un potente rubio que se oculta en Kislovodsk, en el Cáucaso, para entrenarse y posee un récord increíble en la competición: ha participado en las 15 ediciones de su historia y la ha ganado ocho veces.
En mujeres, ausente la campeona, Marta Domínguez, que aprovechó para ganar en Yecla, se impuso la holandesa de origen keniano Hilda Kibet.
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