EE UU también se divierte con Australia

Un mate por aquí, una presión defensiva descomunal por allá, un tapón y así pasa sus partidos la selección de Estados Unidos. Y van seis. No le ha temblado el pulso en ninguno. Su última víctima fue Australia. La paliza (116-85) le valió para meterse en las semifinales. Dos pasos más y la misión de los embajadores de la NBA se habrá consumado, el Reedem Team habrá lavado el honor mancillado por sus predecesores.

Lo curioso es que sus partidos transcurren sobre parámetros parecidos. Durante algunos minutos, sus rivales parecen capaces de darle réplica: empate a 29 contra China, 37-32 contra Angola o 30-28 contra Australia. Pero a la que meten el turbo Lebron James, Kobe Bryant y compañía les basta un par de minutos para poner tierra de por medio. Los ajustes defensivos ahogan a sus rivales, que desfilan sin capacidad para decir esta boca es mía. Así lo hizo Australia, que además perdió por una lesión a su mejor pívot, Andrew Bogut.

Mientras la defensa australiana logró evitar que los estadounidenses se acercaran mucho a su aro, empujándoles a lanzar desde la distancia, las cosas estuvieron igualadas. Después, todo cambió y Kobe Bryant, con 25 puntos, LeBron James con 16 y Carmelo Anthony con 15 se dieron un festín que les llevó a la semifinal, el punto donde cayeron hace cuatro años ante ante Argentina y hace dos, en el Mundial, ante Grecia.

Precisamente será Argentina su rival en semifinales tras vencer ayer a Grecia (80-78) en un partido trepidante en el que sobresalió el base argentino Carlos Delfino (el jugador mejor pagado de Europa tras fichar por el Khimki ruso), con una serie de 15 puntos en el último cuarto (23 en total). Grecia, con 80-78 en el marcador y a falta de tres segundos, decidió jugarse el todo por el todo: desechó la prórroga y Vasilis Spanoulis se jugó un triple que no entró.