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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

La final de las finales

Los Celtics ganan a Detroit y revivirán, tras 21 años, su legendaria rivalidad con los Lakers

Robert Álvarez

"Los aficionados no pueden apartar su mirada de series entre los Celtics y los Lakers. Hay muchas más estrellas y mucho más drama de lo normal". Eso dijo hace justamente un año Derek Fisher, base del equipo de Los Ángeles, cuando en la NBA se interrogaban por los motivos de la escasa audiencia de la final entre San Antonio Spurs y Cleveland Cavaliers. Cuando empezó la actual temporada fermentó la posibilidad de revivir el legendario pulso. Los más viejos aficionados recuerdan la triunfal despedida de Bob Cousy, con 34 años, repasando a los Lakers de Jerry West y Elgin Baylor en la final de 1963; o el decisivo gancho de Magic Johnson en el cuarto partido de la final de 1987; o el tiro de Don Nelson que machacó a los Lakers en el séptimo partido en que el Fórum de Los Ángeles se había vestido de gala para festejar el título en 1969, y no sucedió otra cosa que los Celtics sellaron el dominio más absoluto jamás ejercido por un equipo, con su 11º título en 13 años; o los 30 puntos en el segundo partido y los 36 en el quinto de un dinosaurio que todos creían acabado y que, a sus 38 años, le dio el título a los Lakers y se ganó a pulso el premio al jugador más valioso de la final. Corría 1985 y el héroe se llamaba Kareem Abdul Jabbar.

DETROIT 81 - BOSTON 89

Detroit Pistons: Billups (29), Hamilton (21), Prince (10), Wallace (4), McDyess (6) -cinco inicial-; Maxiell (7), Stuckey (4), Ratliff (0), Hunter (0) y Afflalo (0).

Boston Celtics: Rondo (11), Pierce (27), Allen (17), Garnett (16), Perkins (7) -cinco inicial-; House (0), Cassell (2), Powe (4), Brown (2) y Posey (3).

Árbitros: B. Salvatore, T. Brothers y J. DeRosa.

Sexto partido de la final de la Conferencia Este, disputado en el Palace de Auburn Hills. Boston se clasifica para la final (4-2).

4º CUARTO

3º CUARTO

2º CUARTO

1º CUARTO

21-24

16-16

31-20

13-29

Suman casi tantos títulos como el resto de equipos de la NBA juntos

Todos esperaban esta temporada un duelo entre los Lakers y los Celtics. Parecía complicado. Hacía 21 años, desde el 87, cuando los Lakers tumbaron a su íntimo enemigo, que no se producía. Los Celtics, además, tenían que reconstruirse de golpe y porrazo para salir del pozo después de haber concluido la pasada campaña con un nefasto balance: 24 victorias y 58 derrotas. Pero llegaron Kevin Garnett y Ray Allen y se encendió la luz en el Boston Garden. Los Lakers, mientras, hacían su vida. Tampoco les pintaba muy bien. Kobe Bryant había regresado de las vacaciones tras reconsiderar su decisión de jugar antes en Plutón que volver a ponerse la camiseta amarilla y púrpura. Y en enero se lesionó gravemente Andrew Bynum, pese a su juventud, un pilar del equipo. Pero fue llegar Pau Gasol y acelerarse de inmediato la trayectoria del equipo, que entró en estado de gracia.

¡Qué mejor cartel que los Celtics del Big Three (Garnett, Pierce y Allen) contra los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol! Corrió la voz y hasta el comisionado de la NBA, David Stern, tuvo que rebatir la teoría de que se orquestaba la final en los despachos. Demasiado bonito para ser real. Pero hacía 21 años que no sucedía y los dos equipos han demostrado, con relativa autoridad, que han sido los mejores.

Vuelve la vieja rivalidad, la que ha marcado diez finales (8 para los Celtics y 2 para los Lakers), entre equipos con los legendarios nombres escritos en las 21 camisetas que cuelgan retiradas en el techo del Boston Garden (el 2 de Red Auerbach, el 6 de Bill Russell, el 14 de Bob Cousy, el 32 de Kevin McHale o el 33 de Larry Bird entre otras) o en las siete que ondean en el Staples Center (el 13 de Wilt Chamberlain, el 22 de Elgin Baylor, el 32 de Magic Jonson, el 33 de Abdul Jabbar y el 44 de Jerry West, por ejemplo). Media historia de la NBA. Entre ambos equipos han ganado casi tantos títulos (16 los Celtics y 14 los Lakers) como el resto juntos (los Bulls de Michael Jordan, con seis, son terceros en el ranking). "Muhammad Ali necesitaba a Joe Frazier y viceversa", dice Magic Johnson, como podría decir que el Madrid necesita al Barça y viceversa. "Aquí sucede lo mismo. Olviden la Liga, el mundo del baloncesto necesita a los Celtics y a los Lakers". Palabra de Magic.

Pierce intenta encestar ante la oposición de Hamilton.
Pierce intenta encestar ante la oposición de Hamilton.REUTERS

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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