"Hemos sido los payasos en el gran circo electoral"

¿Tiene el humor cabida en una campaña electoral tan agria como la que se está viviendo actualmente en España? Jordi Évole, más conocido como El Follonero, ha intentado demostrar en dos especiales que sí, que lo que une a las dos Españas es precisamente eso, el humor.

El Pepito Grillo socarrón y desinhibido del programa de Buenafuente tendrá mañana (La Sexta, 21.30) una nueva oportunidad de vivir su particular periplo político en la segunda parte de Salvados por la campaña, programa que en la primera cita logró colar el nombre de Javier Bardem en el cara a cara entre Zapatero y Rajoy y que ha llenado páginas de Internet con su reto de infiltrar a un personaje ajeno a los partidos entre los enfervorizados militantes que se sitúan detrás de los líderes.

Han sido, según palabras de El Follonero, "los payasos en el gran circo electoral". Un circo de dos pistas, PP y PSOE, en el que han encontrado "mucha colaboración por los dos bandos, sobre todo por los líderes, ya que en estas fechas los políticos son como cantantes en promoción". Una colaboración labrada durante muchos mítines en los que se han ganado el respeto mutuo, porque no son "unos saboteadores al uso", y que les ha permitido "mostrar sin rubor lo vulnerable que puede ser la maquinaria de los partidos".

A medio camino entre el experimento y la comicidad, este segunda parte de Salvados por la campaña intentará llevar a cabo varios retos. El primero: ¿podrán una madre y su hija captar la atención de Rajoy y Zapatero para hacerse una foto y que le firmen un dibujo con un mensaje oculto?

Si en la primera entrega logró acompañar en el mismo coche a Federico Trillo al aeropuerto y le preguntó si "tienen carnet los del Opus", ahora intentará conseguir dos entrevistas no pactadas con José Bono y Manuel Pizarro, el personaje que "menos ha colaborado porque no está acostumbrado a este tipo de programas". Otro de los protagonistas será Juan Antonio Labordeta, que pedirá el voto para el PP, algo inédito, al igual que en la primera parte Sánchez Dragó lo pedía para el PSOE. Por último someterá a los dos líderes a un particular cara a cara en el que tendrán que responder a preguntas como si rezan por la noche, qué maja le gusta más o si es posible hacer el amor durante la campaña.