El rechazo del PP al escenario previsto amenaza el debate en TVG
"El debate será en San Francisco o no será". Así de tajantes se mostraron ayer fuentes de la Compañía de Radio Televisión de Galicia (CRTVG) después de conocer la negativa del PP a que el debate electoral entre Emilio Pérez Touriño, Alberto Núñez Feijóo y Anxo Quintana se celebre en el Hotel San Francisco de Santiago, a escasos metros de la catedral, donde los equipos de la televisión pública gallega trabajan desde hace días en la preparación del programa. A estas alturas (el debate ha sido programado para el miércoles por la noche) ya no hay tiempo material para cambiar de escenario, aseguran las mismas fuentes.
CRTVG eligió el emplazamiento en el citado hotel con la voluntad expresa de aprovechar la ocasión para hacer una demostración de su capacidad técnica, especialmente cuando el debate gallego se celebrará apenas dos días después del primero de los dos previstos entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. El claustro donde se están haciendo los preparativos fue escogido con la intención de "dar el mejor envoltorio" a una cita sin precedentes y liberarse además de las limitaciones de las instalaciones de San Marcos, cuyas dimensiones no permiten el despliegue técnico que TVG quiere realizar para este programa.
16 cámaras
Para emitir el debate, la televisión pública gallega ha previsto emplazar hasta 16 cámaras (siete más que el de Zapatero y Rajoy que se emite hoy organizado por la Academia de Televisión).
Fuentes de CRTVG han mostrado también su extrañeza porque el PP no considere "neutral" para moderar el debate al periodista Alfonso Hermida, conductor del informativo "más visto de España", con un 30% de cuota de audiencia, y en cambio atribuya esa condición a Francisco López Iglesias, que fue jefe de informativos de Radio Galega con el Gobierno del PP.
La Compañía tampoco entiende el interés del partido mayoritario de Galicia por emitir el debate en diferido, en contra de lo que es habitual en cualquiera de las democracias que celebran debates. El que enfrentó recientemente al ministro Pedro Solbes y el número dos del PP por Madrid, Manuel Pizarro, fue seguido en Galicia por unos 300.000 espectadores, una cifra muy superior al auditorio de cualquier mitin que los partidos pudieran verse obligados a sacrificar porque el debate se emita en directo.
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