"Yo debo adaptarme al Barça, no al revés"

"No lo busquen más. El Henry del Arsenal es el Henry del Arsenal, que ya no existe y no volverá. Dejen de comparar. Ahora juego en el Barcelona, llevo otra camiseta y debo adaptarme a mi nuevo equipo. Soy el Henry del Barça, no comparen más", pidió ayer el delantero francés, rotundo, vestido con una camiseta de Lawrence Taylor, el mítico linebaker de los NY Giants, al que se le niega la entrada en el Hall of Fame de la NFL.

"No estoy jugando al nivel que puedo hacerlo. Me falta salida del regate y punta de velocidad, especialmente en los últimos 20 minutos de los partidos, pero es cuestión de tiempo", avisó. "Es cuestión de adaptarme y ése es un problema mío. Soy yo quien debe adaptarse al juego del Barcelona, no al revés", aseguró el goleador francés, que lleva cuatro goles y una asistencia desde que comenzó el campeonato.

Henry está tocado en el orgullo. "Me gustaría haber aportado más al equipo", dijo. También está tocado físicamente, del talón de Aquiles, dolencia que le impidió entrenarse con el equipo y que le convierte en duda para el partido que disputará el Barça mañana en Valladolid.

Henry reconoce haber jugado mermado los últimos tres encuentros por culpa de ese dolor, pero no lo utilizó como excusa para justificar su rendimiento: "En Vila-real y Glasgow no aporté lo suficiente al equipo y por eso salí enfadado, pero no es excusa la lesión".

Reconoció que puede haberle perjudicado haber tenido que acelerar el proceso de reincorporación al juego por culpa de la lesión de Eto'o: "En el fútbol, muchas veces mandan las circunstancias. El equipo lo necesitaba". Entiende como normal que la afición espere más de él y del juego del equipo. "La gente no está contenta del juego y nosotros tampoco", advirtió antes de centrar el problema: "Cambiar de club implica una exigencia que no debería pasarse por alto. No es fácil irse a un nuevo equipo, a un nuevo país, y aún menos adaptarse a un nuevo estilo, a un sello de juego único".

El parisiense recordó los antecedentes de su carrera: "Me pasó cuando me fui de Francia a Italia y cuando llegué a Inglaterra. En el Arsenal tardé cuatro partidos en marcar un gol y entre el primero y el segundo pasó un mes", recordó. "Además, el juego del Barcelona no tiene nada que ver con el del Arsenal, más directo, más de contragolpe. Aquí se mueve más el balón, hay más pases de izquierda y derecha, y tengo que adaptarme a ese estilo. Y adaptarse requiere tiempo", concluyó.