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ANTOLOGÍA DE BABEL | POESÍA

Salmo: nuestros padres

Soy el hijo del júbilo pero acaso él me conoce

Soy el hijo de la esperanza pero ella asciende al cielo

Soy el hijo de una paz que no me amamantó

Soy el hijo del dolor luego de la pérdida de un hermano pero

abrí un ojo a la vida donde se hallaba el que vivió

Soy el hijo de la sombra y cierro las persianas con delicadeza

pero me aferro inseguro a la luz

Soy el hijo del amor pero dónde está mi hogar y dónde la negra

pila bautismal y los aterrados ojos que regresarán a los

nombres que les di

Soy el hijo de la tribu de Apher el que instaló tiendas vanas

para acampar en un sitio que las guareciera para ser

recordado pero me doy cuenta de que lo desconocido

no necesita custodia

Soy el hijo de la tentación de las rocas pero algo en ellas

cambió

Soy el hijo del temor pero inquiero por mí mismo

Soy el hijo del primer pez que tocó playa pero esta verdad no

existe para mis intestinos

Soy el hijo de tres flores, la rosada, la rosa y la otra y sus efigies

tatuadas para las que no tengo nombre y me estremezco

ante lo marchito aunque ellas me sobrevivirán

Soy el hijo del futuro pero ella me muestra su luctuoso velo

Soy el hijo del futuro pero soy mi propio padre

Soy el hijo del futuro pero dónde están mi casa y la negra pila

bautismal y la voz que me habla desde los arbustos bajo

el pretil de la cocina diciendo que ellos no son mis padres.

Traducción de Jeannette L. Clariond W. S. Merwin (Nueva York, 1927) obtuvo en 1970 el Premio Pulitzer por su libro de poemas The Carrier of Ladders.

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