El PNV se convence de que Batasuna no es autónoma de ETA
Tras el atentado de Barajas del 30 de diciembre de 2006 en que ETA asesinó a los dos trabajadores ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, anunció un "periodo de reflexión". Este anuncio vino acompañado de declaraciones significativas, como la del secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga: "Con bombas no hay proceso".
La actitud de Batasuna animó al presidente del Partido Nacionalista Vasco, Josu Jon Imaz, a reunirse de nuevo con Otegi. Las conversaciones tripartitas -PNV, PSE y Batasuna- iniciadas en septiembre para alcanzar un preacuerdo que pusiera en marcha la mesa de partidos se habían bloqueado en noviembre. La cuestión de fondo fue que Batasuna quería un compromiso del PNV y PSE de que Navarra y la comunidad autónoma vasca tuvieran un órgano común con capacidad legislativa.
Tras el rechazo del PNV y el PSE a esta propuesta de Batasuna por considerarla "imposible e inconstitucional", en la reunión que a mediados de diciembre celebraron representantes del Gobierno y ETA, la representación gubernamental reiteró su rechazo a los planteamientos políticos de la banda. Sólo 15 días después, ETA ponía una bomba en la terminal T-4 de Barajas y rompía el proceso.
Después de este atentado, el Partido Socialista de Euskadi rompió las conversaciones con Batasuna, pero el PNV las retomó entre enero y marzo, a la espera de que Batasuna cambiara sus planteamientos. Tras las reuniones, el PNV se convenció de que Batasuna seguía la pauta que le marcaba ETA sin posibilidad de ninguna autonomía.
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