Lotina debuta con derrota ante un Villarreal mediocre

Ni la Real, ni el Villarreal se acercan todavía a lo que el primero quiere ser, ni a lo que el segundo fue. La Real de Lotina sólo pudo ser, con un par de días de entrenamiento, un capítulo de intenciones, más relacionado con el orgullo futbolístico que, todavía, con las enseñanzas del nuevo técnico. El Villarreal ha perdido, de momento, lo básico, aquel control del balón y de la situación, al contagio del imán de Riquelme, que le permitía llevar los partidos a su terreno.

Todo está por llegar, pero mientras tanto el Villarreal se llevó los tres puntos en una jugada tan afortunada en el remate de Arruabarrena, como bien tocada por Riquelme en un saque de esquina. La defensa y el portero realistas se tragaron la rosca del argentino que por momentos se pareció a sí mismo, aunque demostró poco ritmo y falta de continuidad. Senna, otro de los baluartes del conjunto de Pellegrini, también sorprendió con la pérdida de más balones de los que acostumbra.

La Real tuvo a su favor mayor orden del que había demostrado hasta ahora y una energía superior a la habitual. Pero su problema es el mismo de siempre: la falta de remate, la falta de gol. Dominó la primera mitad pero apenas se conformó con disparos lejanos y remates altos. La sensación profunda de querer y no poder. El Villarreal confiaba en la velocidad de Nihat, pero el turco (pitado por el que había sido su publico más ferviente) sumó tantos kilómetros como imprecisiones. Forlán tampoco está en su mejor momento. Ambos fallaron goles clamorosos ante un buen portero, el chileno Bravo, impasible en el uno contra uno. Ni uno, ni otro tuvieron paciencia para aprovechar dos buenos servicios de Senna y Riquelme, respectivamente. Bravo incluso le sacó con una mano milagrosa un remate en la línea de gol, después de haber errado en su salida. Ni Bravo, ni Viera sobresalieron en los balones aéreos, pero el chileno, al menos, demostró más serenidad que el uruguayo.

Lotina apuntó sus intenciones: armazón en el medio campo y dos delanteros; el Villarreal sueña con el mejor Riquelme para que tire del carro. La Real pudo empatar a base de juego aéreo, pero el gol no llegó a pesar de las ayudas de Viera en los centros cruzados. No era aún el tiempo de Lotina y el Villarreal aprovechó el momento.