Prohibido empatar
El Sevilla, el Barça y el Valencia certifican su liderazgo mientras el Madrid gana de forma anodina a la Real Sociedad
Avanza la Liga poco a poco con los mismos tics con los que arrancó la temporada. La fiabilidad del Sevilla es tan extrema que ni siquiera el derby le altera el pulso por más que el Betis le buscara las cosquillas con los goles de Sobis. Igualmente resolutivo se muestra el Valencia, que ya no depende exclusivamente de Villa, sino que ha encontrado en Morientes una nueva solución ofensiva a su excelente organización y productividad. Los arietes son futbolistas fundamentales cuando los equipos todavía no funcionan colectivamente con los ojos cerrados o su punto de juego no es óptimo. Así ocurre también con Eto'o en el Barça, que no encadenaba tres victorias consecutivas desde el curso 1999-2000, cuando mandaba Van Gaal en el Camp Nou. El campeón pasó un mal rato nada más llegar al Sardinero. El Racing apretó y mucho, al punto que remató por dos veces a la madera, bien defendida por Valdés. Eto'o acudió entonces al rescate con la anuencia de Toño. Las tres victorias del Barça no se explicarían sin la presencia del camerunés, el único. con Valdés, que todavía no ha entrado en la rueda de rotaciones de Rijkaard. Marcó Eto'o contra el Celta, ante Osasuna y frente al Racing. No es casualidad consecuentemente que el ariete dedicara el gol a Rijkaard ante el desconsuelo y berrinche de los cántabros con el 9 azulgrana: cero goles y cero puntos.
Al fin y al cabo, únicamente el Villarreal ha dado muestras de desorientación entre los grandes del campeonato, ya que el Madrid resolvió sin mayor novedad su partido contra la Real Sociedad después de un mala digestión. El equipo de Pellegrini salió derrotado el sábado de Riazor ante un experimental y rejuvenecido Deportivo y figura en los puestos de abajo, sólo un punto por encima del colista, el Racing, porque Osasuna se estrenó contra el debutante Nàstic, el Espanyol respiró ante el Celta en un partido abierto y hasta el Levante se impuso en su visita al Recreativo.
Los equipos jugaron a ganar porque el empate penaliza, de manera que no se contó ni uno en una jornada que certificó, por lo demás, las malas sensaciones del Athletic, abatido en San Mamés por un Atlético muy efectivo, y las buenas expectativas del Zaragoza.
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