Hawking, contra Bush

El célebre científico Stephen Hawking, que sufre una enfermedad motora degenerativa, pidió ayer a los países de la UE que no sigan "el reaccionario liderazgo" del presidente de EE UU, George Bush, en materia de investigación con células madre. Apenas unas horas antes de que empezara en Bruselas el intento de varios países -liderados por Alemania y Polonia- de bloquear las investigaciones sobre células madre con dinero procedente del presupuesto de la UE, Hawking se pronunció en contra de esa iniciativa.

"Me opongo rotundamente a que se prohíba la investigación con células madre con fond...

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El célebre científico Stephen Hawking, que sufre una enfermedad motora degenerativa, pidió ayer a los países de la UE que no sigan "el reaccionario liderazgo" del presidente de EE UU, George Bush, en materia de investigación con células madre. Apenas unas horas antes de que empezara en Bruselas el intento de varios países -liderados por Alemania y Polonia- de bloquear las investigaciones sobre células madre con dinero procedente del presupuesto de la UE, Hawking se pronunció en contra de esa iniciativa.

"Me opongo rotundamente a que se prohíba la investigación con células madre con fondos del presupuesto de la UE", sostiene el profesor en una declaración que publica el diario The Independent. "Europa no debería seguir el reaccionario liderazgo del presidente Bush, que recientemente ha vetado una propuesta de ley aprobada por el Congreso y apoyada por la mayoría de los ciudadanos americanos que habría permitido dotar con fondos federales la investigación con células madre", explica Hawking, catedrático de Matemáticas de Cambridge.

"Las células madre son la clave para desarrollar la cura de enfermedades degenerativas como el Parkinson y enfermedades de las neuronas motoras como la que yo y muchos otros sufrimos", añade. Hawking compara los argumentos religiosos, esgrimidos por Bush y muchos otros, con la utilización de los órganos de un cadáver para trasplantes. "El hecho de que las células puedan proceder de un embrión no es una objeción porque los embriones van a morir de todas maneras", explica el profesor. "Eso es moralmente equivalente a oponerse a un trasplante de corazón procedente de la víctima de un accidente de coche", añade.

En el Reino Unido, una de las potencias mundiales en la investigación con células madre, Lord Rees de Ludlow, presidente de la Royal Society, se ha sumado a las presiones en contra de las restricciones patrocinadas por Alemania. Y ha pedido al Gobierno británico que actúe de la misma forma.

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