Raúl vuelve 91 días después

Corría el minuto 50 de un partido de transición. La gente comenzaba a bostezar bajo la lluvia. Corría el minuto 50 cuando Cassano salió a calentar la banda con ese trote corto que lo caracteriza. Hubo un pequeño rumor. La grada hizo comentarios por lo bajo. Luego hubo cierta expectación, y luego un estallido de júbilo: después de 91 días Raúl salió del hoyo. Mientras corría por el costado, preparando el cuerpo para la acción, la gente lo aclamó. El capitán devolvió el cumplido aplaudiendo. "Ha sido muy emocionante la actitud del público, estoy muy feliz", comentó después el delantero, que reveló que habían asistido al encuentro sus amigos y familiares. "He tenido muchas sensaciones", confirmó Raúl, al tiempo que afirmaba su intención de "ayudar al equipo en el tramo más importante de la temporada".

En el minuto 70 el Bernabéu vibró. López Caro llamó al capitán. Le dijo que saldría. El jugador se quitó el chándal y desde los anfiteatros bajó una letanía vieja y familiar: "Raúlraulraulraulraaauuulraaaauuuul". El público se puso de pie y Raúl entró en medio de una ovación atronadora. El Bernabéu reconoció el valor histórico de un jugador que sólo tiene 28 años. Ya forma parte de la mitología.

Raúl reapareció después de tres meses. Entre otras cosas, se rompió parte del ligamento cruzado de la rodilla izquierda jugando contra el Barcelona. Esta es una lesión que en ocasiones supone seis meses de recuperación. Raúl acortó los plazos gracias a la biomecánica de sus piernas y a su entereza, siempre asistido por los médicos, el recuperador José Luis San Martín y su fisioterapeuta más querido, Pedro Chueca.

Raúl se colocó por detrás de Robinho y Cassano, en la línea de tres cuartos, acompañado por Guti. Fue su primer paso hacia el Mundial. Y no hizo poco: trenzó jugadas que por poco no terminan en gol y estuvo en la génesis del tanto de Cicinho.