El Barça despide a sus perseguidores

La derrota del Barça en la Copa no tuvo efectos en la Liga. Continúa su arrolladora carrera hacia el título. Venció 0-3 en Mallorca y aumentó su ventaja sobre sus perseguidores. El Valencia reaccionó tarde y sólo consiguió empatar a dos goles con el Zaragoza. Osasuna recuerda en la segunda vuelta al equipo que se desplomó la temporada anterior. Perdió 0-2 con el Betis, que comienza a respirar. Esta Liga no tiene picante. Un equipo hace historia y los demás no responden. Sólo el Madrid se anima a la resistencia. Probablemente, tarde. Y sin excesivos méritos en Balaídos. Aprovechó sus escasas oportunidades y se llevó la victoria, pero su juego es discreto. El Celta le arrolló en la primera parte y en la media hora final, con ocasiones de todos los colores, dos palos, un gol fantasma -el balón parece que entró en el remate de Silva- y un par de excelentes desvíos de Casillas.

El Barça ha conquistado 42 puntos de una tacada, cifra que explica su apabullante superioridad. En Mallorca no dio señal de crisis. No desplegó un gran juego, pero nunca se sintió amenazado. Víctor Valdés asistió como espectador a la victoria. Messi, no. Salió a última hora y destrozó al Mallorca con dos excelentes goles. Es un gran futbolista, con una cualidad añadida: es inalterable. Más que 18 años parece que tiene 40. Si juega o no, si le pegan o no, si marca o no, Messi se mantiene en su mundo, como si nada le afectara.

El Valencia quizá perdió la ocasión definitiva de apurar al Barça. Un empate es una derrota cuando se persigue al líder. Un empate en Mestalla, es peor. El Zaragoza, que comienza a aprovechar su competente plantilla, se adelantó con dos goles, pero Kluivert recordó los buenos tiempos y se convirtió en una amenaza en el área. Marcó el tanto que inició la reacción del Valencia. La concretó Aimar en el último minuto. Insuficiente. La distancia con el líder es de 11 puntos.

El campeonato es más emocionante por abajo, donde hay numerosos equipos atacados por los nervios. El Mallorca y el Málaga -derrotado por el Espanyol- se complican la vida. La Real, también. Comienzan a llegar fichajes, pero el equipo ha pagado la falta de calidad de sus defensas, la lesión de Kovacevic y la incertidumbre que ha acompañado a Nihat.