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GIMNASIA | Campeonatos del Mundo

Una sola milésima deja sin el título a la reina anunciada

Amaya Iríbar

La rusa Svetlana Jorkina ha sido la gran estrella de la gimnasia durante la última década. Retirada tras los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y hoy directiva de una renovada Federación Rusa, se le buscaba sucesora en los Mundiales que se celebran esta semana en Melbourne (Australia). La estadounidense Anastasia Nastia Liukin tenía todas las papeletas. Nacida en Moscú de padres campeones y criada en Texas (EE UU), ninguna gimnasta había creado tanta expectación en su debut absoluto desde la gran Nadia Comaneci. Pero la joven de 16 años se quedó sin corona por tan sólo 0,001 puntos, los que le separaron de su compatriota Chellsie Memmel, una veterana de 17 años. Desde que en 1985 las soviéticas Elena Shushunova y Oxana Omeliantchik se repartieran el título mundial, no se había producido un resultado tan ajustado en una cita de ese nivel. A pesar de ello, no hubo emoción alguna en la final de ayer. Los dirigentes de la gimnasia han conseguido hacer tan incomprensible este deporte que cualquier resultado es posible. Pero la crisis de la escuela rumana tras la dimisión de sus entrenadores por supuestas indisciplinas de sus discípulas; en horas bajas las rusas y sin participación china -las dos finalistas prefirieron reservarse para las pruebas por aparatos-, la lucha se reducía a un mano a mano entre las estadounidenses. Los expertos clamaban por Liukin. Por sus padres, el campeón olímpico y entrenador, Valery Liukin, el primer hombre que hizo un triple mortal, y Anna, que perteneció al conjunto soviético de rítmica. Por su potencial mediático tras protagonizar una campaña mundial de Adidas al lado de Nadia Comaneci. Y por su gimnasia, técnicamente impecable y con cierto aire al estilo de los 80, cuando no todo era dificultad. A Nastia ni siquiera le traicionaron los nervios en su primera gran prueba, en la que estuvo en cabeza hasta el último aparato. El único pero de su programa es en salto, un poco flojo. Pero tiene tiempo para mejorar. Cuando lo haga será la nueva reina la gimnasia.

Chellsie Memmel.
Chellsie Memmel.REUTERS

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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