Otra jornada catastrófica para Schumacher

El final de la temporada no ha podido ser peor para Michael Schumacher y, en general, para todo el equipo Ferrari. A sus múltiples tribulaciones se sumaron ayer dos errores imperdonables en todo un heptacampeón mundial que acabaron dejándole fuera de la carrera. "Lo único positivo", concluyó el alemán, "es que tanto Ferrari como yo hemos acabado los terceros en el Mundial tanto por pilotos como por marcas".

Un pobre consuelo para un hombre que lo ha sido todo y que aspira a volver a ocupar las primeras plazas del podio la próxima temporada a pesar de sus 36 años. Eso sí, es la única forma de hacer positivo el desastre que vivió en la última carrera del año. Todavía no había comenzado y Schumacher ya había destrozado su coche. El germano salió del box media hora antes de iniciarse la prueba para dirigirse a la parrilla de salida y, en una distraida maniobra habitual para calentar los neumáticos, cerró por completo al holandés Christian Albers (Minardi), que no pudo reaccionar y embistió la parte izquierda del Ferrari. Los dos bólidos quedaron maltrechos. El Ferrari, con la rueda trasera izquierda pinchada y la suspensión delantera destrozada. El Minardi, con problemas en toda la parte derecha.

"Lo único positivo es que tanto Ferrari como yo hemos acabado terceros"

"No he visto las imágenes por televisión y, por tanto, prefiero no opinar", dijo Schumacher sobre el incidente. "Estaba calentando los neumáticos e hice un big bang. Es lo normal", agregó como dejando entrever que Albers iba demasiado rápido y distraído y que, por eso, no pudo evitar el impacto. Aquello obligó a Schumacher a salir del pit lane, cuando le correspondía la sexta posición en la parrilla. Su carrera ya quedó tocada.

Pero luego le ocurrió algo bastante inusual: salirse en una curva con el safety car en la pista. Transcurría la 22ª vuelta. "Simplemente, tras varias vueltas con el coche de seguridad, mis neumáticos estaban muy fríos y habían perdido la adherencia. Así que, cuando alguien frenó bruscamente ante mí, tuve que salirme de la pista", explicó; "de todas formas, no estoy seguro de que hubiera podido concluir la carrera, dado el mal estado de mis neumáticos".

El incidente fue investigado por los comisarios, que decidieron efectuar una advertencia pública al ya ex campeón mundial. Schumacher había vivido una situación similar en Montecarlo hace dos años, cuando, acelerando y frenando para mantener la temperatura de sus neumáticos, Juan Pablo Montoya le embistió por detrás.

"Esta carrera ha sido una extraña forma de concluir", reconoció Ross Brawn, director técnico de Ferrari; "pero puede que tipifique todo nuestro año". "Un mal final para una temporada decepcionante", agregó Jean Todt, director del equipo. "Acabar terceros me parece un milagro. Tenemos mucho trabajo por delante tanto nosotros como Bridgestone si queremos volver arriba el año que viene", concluyó Todt.

Los cinco años de absoluto predominio en el Mundial acabaron en un curso para olvidar. En 19 carreras, Ferrari subió al podio en nueve ocasiones y sólo consiguió ganar un gran premio, el de Indianápolis, en el que no compitieron los equipos equipados con neumáticos Michelin. Y eso, teniendo en cuenta que contaban con un Schumacher que sacó petróleo de un coche incontrolable.