"Ronaldinho júnior"

No hace mucho, aunque el partido hubiese finalizado, los aficionados del Monterrey de México se quedaban en sus butacas para ver cómo la tocaban tres niños que apenas superaban el medio metro. Eran los zizinhos, Eder, Giovanni y Jonatahan, los hijos de su futbolista brasileño Gerardo dos Santos, apodado Zizinho, que destacó previamente en el América y que se casó con la mexicana Liliana. Pero el preferido de la hinchada era el mediano, Gio (Monterrey, México, 1989), que célebraba los goles como su padre: una mano arriba y la otra en el abdomen mientras bailaba samba. Ahora, aún sin haber logrado un tanto pero sí asistido de gol varias veces, Giovanni, que pertenece al Barça, se ha convertido en la estrella del Mundial sub 17 de Perú. Esta pasada madrugada jugó la final ante Brasil.

Poco después de las peculariares celebraciones en el estadio de su padre, Giovanni se inscribió en el Rayados de Monterrey, que le permitió llegar a las selecciones inferiores de México. Y en un torneo infantil disputado en Francia, el Barça se fijó en ese zurdo de doce años de la Tricolor capaz de conducir la pelota pegada al pie, de driblar con pasmosa facilidad y de disparar con una potencia poco habitual. Joaquín Rifé, ex director del fútbol base azulgrana, le hizo una oferta suculenta. Pero la familia Dos Santos aceptó a cambio de probar a los otros dos zizinhos. Eder no pasó el corte y Jonathan, de 14 años, sí. En La Masía, Giovanni conoció a la estrella emergente argentina del Barça, Leo Messi. "Es un buen amigo que me ha demostrado que puedo triunfar aquí", cuenta el mexicano. Una relación que le ha dejado una cosa clara: "Llevo cuatro años en España y ya puedo empezar a mover el tema de mi nacionalización. No quiero que me pase como a Leo". Y, aunque la prensa mexicana le relaciona con el América, Josep Colomer, ex responsable del fútbol base azulgrana, responde: "Tanto Giovanni como Jonathan tienen un convenio con el club desde hace dos años. Y su beca no vence hasta que cumplan 20 años".

Con un físico portentoso, cara de niño, coleta y dientes resplandecientes, Giovanni se ha ganado la admiración de los técnicos del Barça, de todo México -es la primera vez en la historia que el equipo supera los cuartos de final de un Mundial juvenil- y parte de Europa. Arsenal, Chelsea y Manchester le siguen de cerca. "Este clon zurdo de Ronaldinho ha deleitado con sus electrizantes carreras y pases milimétricos", señaló la FIFA a través de un comunicado. Zizinho es más atrevido: "Mi hijo está preparado para jugar con la selección absoluta". Aunque no tanto como la prensa mexicana, que le ha bautizado ya como Ronaldinho Júnior. Algo que no le incomoda: "Me gusta porque es el mejor del mundo, pero apenas he comenzado a jugar y me falta mucho trecho por recorrer".

A falta del estadounidense Freddy Adu, que no compite porque participa en la Copa Sudamericana con el DC United, del brasileño lesionado Kerlon, Giovanni se ha convertido en la estrella del Mundial. Tanto, que recientemente ha firmado un contrato con Nike por casi un millón de dólares. Y, aunque la única vez que viajó a Brasil fue para ver los carnavales de Sao Paulo, esta madrugada espera bailar mariachis y no samba tras la gran final.