Un paseo para el Valencia

El Valencia solventó ayer el trámite en Holanda y se clasificó para una de las tres finales de la Copa Intertoto después de dar buena cuenta del Roda. Todo quedó dicho en la ida, cuando el equipo de Quique Flores pasó por encima del holandés (4-0). Así que anoche, de fútbol más bien poco. Unos, porque no quisieron, el Valencia. Y otros, los chicos del Roda, porque no les llegó para más. El conjunto de Quique cedió complacido la pelota, sabedor de que poco peligro iba a sufrir detrás de ella. Y así fue. El Roda manoseó el balón, sí; se adentró de vez en cuando en el área de Mora por la banda derecha, también, e incluso llegó a lanzar a puerta en varias ocasiones, pero ya está.

Quique aprovechó el envite para dar carrete a los más habituales del banquillo. Jugó Mora debido a la lesión de Cañizares. Y Mista, cuya importancia en el equipo ha bajado varios peldaños por los fichajes de Kluivert y Villa, pesos pesados en el ataque, y con Di Vaio al acecho. También fue el turno de Albiol. Un año después de su grave accidente de coche, cuando viajaba a Madrid para cerrar su cesión al Getafe y que le supuso perder el bazo, el joven centrocampista se ha hecho un hueco en el Valencia de la mano de Quique, su técnico en el club madrileño y ahora en Mestalla. Tanta confianza le tiene Quique que incluso se dio luz verde a la venta de Sissoko al Liverpool.

El técnico cerró el pestillo con Albiol y Marchena en el centro del campo y mandó a sus jugadores a verlas venir. Quique dispuso un equipo defensivo, más conservador que atrevido, y que apenas soltó un par de latigazos en la primera parte, mediante Villa y Mista. La apuesta por el contraataque se alargó en el segundo tramo. Fabio Aurelio volcó el juego hacia su banda mientras Rufete, que había marcado tres goles en la ida, perdió algo de fuelle y acabó sustituido por Juanlu.

El Roda amagó, pero no golpeó. Se enredó demasiado cuando pretendió jugar por el centro y los balones aéreos tampoco le sirvieron de mucho. Su juego fue tan horizontal como previsible. Al Valencia le bastó con mantener su esquema aseado, sus dos líneas de cuatro juntas y ordenadas y refrescando el equipo con los cambios, Di Vaio y Edu. Después de una temporada desastrosa, que le condenó a jugar este verano la Intertoto, el Valencia se acerca a su objetivo mínimo, una plaza para la Copa de la UEFA. El Hamburgo, liderado por el holandés Van der Vaart, le espera en la final tras eliminar al Sigma Olomouc.