"Esperaba que me matasen, no sé que hago vivo todavía"

Con desparpajo y una sinceridad espeluznante Picatoste respondió al interrogatorio de la fiscal, al punto de corregirla en los adjetivos y los tiempos verbales empleados.

"No pluralice cuando diga que decidimos la fuga, eso lo decidí yo". "Yo no pacté con Brito como dice, sino que le di mi palabra de que lo sacaría y la cumplí". "Decidí que la fecha sería un domingo porque era el día más factible, no el más fácil, como dice usted, que no es lo mismo". Ésas fueron algunas de las frases más irreverentes del acusado, que abusó tanto de la permisibilidad del tribunal que, al final, el presidente, Guillermo Castelló, le llamó la atención.

En otro momento del interrogatorio la fiscal intentó que identificara a las personas que les ayudaron en su huida y durante el mes que estuvieron prófugos, pero Picatoste no soltó prenda. "Le digo que Brito era el encargado de hablar por teléfono y de que no nos faltara comida. Yo ya había hecho mi trabajo". La fiscal le preguntó también por los planes futuros de los prófugos y Picatoste replicó con evasivas. "Eso son abstracciones del pensamiento que ahora ya no importan nada".

Al final, sin embargo, su declaración acabó siendo descarnada. "Cuando me enteré de que el chico estaba muerto me desmoroné, se acabó la amistad. Sólo quería que me cogiesen". El abogado de la acusación José María Fuster-Fabra le recordó que, pese a esas palabras, no se había entregado a la policía. "Es que yo esperaba que me matasen, no sé que hago vivo todavía".