"Me he quitado una espina que me hacía mucho daño"

De niño, Carles Puyol celebraba los títulos del Barcelona en las calles de su pueblo, La Pobla de Segur. Sentado ante el televisor, veía a sus héroes ofrecer desde el balcón de la Generalitat, en la plaza Sant Jaume, el último título conseguido. Capitán del Barcelona, Puyol descubrió la noche del sábado, sobre el césped del Ciutat de Valencia levantinista, qué siente un jugador del Barça al ganar un título. Al fin, Puyol, santo y seña del actual Barça, tiene algo que celebrar. Subido a un autocar descapotable abandonó el aeropuerto de El Prat en la madrugada de ayer, al regreso de Valencia, y se emocionó al ver la felicidad causada a su afición. Ellos necesitaban de tal alegría; Puyol, seguramente, aún más. La noche fue tan larga que ayer llegó al Camp Nou habiendo dormido sólo un par de horas. Antes de volver a comenzar la fiesta por las calles de Barcelona expresó sus opiniones tras haber conquistado al fin su primer título de Liga.

Pregunta. ¿Cómo se siente ahora que es campeón?

Respuesta. Cansado, pero feliz. Por mí y también por toda la gente a la que hemos dado motivos para estar felices, tengo una sensación inmensa de alegría. He dicho que la ilusión de la gente nos ha llevado al título y ahora que lo tenemos me reafirmo en ello. Lo bonito de esto es hacer feliz a la gente. El día que perdimos en el Bernabéu, a nuestro regreso a Barcelona había gente esperando para animarnos. No podíamos romper otra vez la ilusión a esa gente.

P. Usted celebró los títulos del Barça en la calle, como aficionado. Hacerlo como protagonista, ¿es tal y cómo lo imaginaba?

R. No, es diferente. Mucho más bonito de lo que me esperaba. La fiesta en el vestuario, el recibimiento en el aeropuerto... Especialmente gratificante me ha resultado ver lo contenta que está la gente. Yo era de los que salían a la calle, ahora soy en parte culpable de que ellos tengan motivos para festejar. Eso me llena. Además, hay que tener en cuenta que hemos pasado cinco años muy duros hasta llegar aquí. Perder da mucha rabia y hemos perdido tanto, que llevaba mucha acumulada.

P. Esa rabia ¿se la sacó de encima en el Ciutat de Valencia?

R. Me he quitado una espina que me estaba haciendo mucho daño, pero seguro que cuando pierda el primer partido volverá la rabia que me generan las derrotas. Me pone malo perder hasta los partidillos de los entrenamientos, así que... Lo que espero es no acumular tanta como la que he tenido que llevar dentro durante los últimos cinco años. El barcelonismo necesitaba este título, pero yo, personalmente, también. Me dolía saber que jugando en el Barça, no había ganado nada. De verdad que me resultaba insoportable la sensación que generaba acumular una derrota tras otra.

P. ¿Y qué ha cambiado para que este año haya podido quitarse esa espina?

R. El camino lo empezamos la temporada pasada; esta no la empezamos de cero. No sé que hubiera pasado si los socios hubieran apostado por otro proyecto, pero sé lo que ha pasado desde que votaron a Laporta. Antes, salía a entrenador por año y eso complicaba las cosas. Esta directiva supo tener paciencia con Rijkaard y el trabajo de nuestro entrenador ha dado resultado. Me parece justo destacarlo, porque se mantuvo la apuesta por un proyecto en momentos muy complicados.

P. Según Ronaldinho, este equipo lleva la cara de Rijkaard.

R. Es verdad. Su aportación ha sido importantísima. Especialmente, en los momentos complicados. Claro, ahora todos estamos muy felices, pero no conviene olvidar que Rijkaard ha cambiado al equipo y supo estar incluso en los peores momentos. Pero, claro, al final quienes hacemos bueno o malo el trabajo de un entrenador somos los jugadores.

P. ¿Le parece exagerado que decir que esta es la Liga de Eto'o?

R. Es su Liga en la medida que ha resultado decisivo con sus goles, del primer al último día. Pero sería tan injusto negarle su importancia como no reconocer el trabajo de otros compañeros. Hay un dato que demuestra que si algo tenemos es que somos un equipo: Creamos muchas ocasiones y encajamos pocos goles. Eso demuestra que todos somos importantes.

P. ¿Le molesta que se dude de los méritos acumulados por su equipo para conseguir el título?

R. Creo que es más importante saber perder que saber ganar. He intentado perder con dignidad y he reconocido siempre al campeón con el respeto que se merece. Me gustaría que ahora que soy campeón, conmigo hicieran lo mismo que hice yo con los demás.

P. De todas las felicitaciones que seguro ha recibido, ¿cual le ha emocionado más?

R. El mensaje de Luis Enrique. Le añoro a mi lado subido al autocar. Él merecía dejar el Barça celebrando un título. Yo llevo el brazalete, pero él sigue siendo el capitán de este equipo. Me limito a hacer en todo momento lo que he aprendido de él.