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Reportaje:

Un Silicon Valley para la nueva China

El Parque Científico Zhongguancun lidera el desarrollo de las tecnologías de la información

Más de 13.000 empresas, 39 universidades y 213 instituciones de investigación repartidas sobre 300 kilómetros cuadrados. El Parque Científico Zhongguancun, en Pekín, es el primero y más grande de los 53 que existen en China. Originado hace más de 20 años, su misión es liderar el desarrollo de las tecnologías de la información en el gigante asiático.

Pekín se ha fijado como objetivo convertir a esta zona en una referencia mundial para el año 2010
El parque acoge a una población de 2,6 millones de personas, y alberga 13.000 empresas con 560.000 empleados

Este parque científico sueña con ser el Silicon Valle de China. Pero aún está muy lejos del modelo estadounidense. Pekín se ha fijado como objetivo convertir Zhongguancun en una referencia mundial para 2010. Hu Zhijian, director técnico de Helicomm, da instrucciones a su ayudante, que se sienta a los mandos de un ordenador. En décimas de segundo, un aparato de aire acondicionado se pone en marcha. A continuación, acciona otro icono, y un microondas comienza a trabajar. Después, es una minicámara la que toma una fotografía, que queda registrada en otro PC. Entre los aparatos no hay ningún cable de conexión. "Hemos desarrollado un sistema, que tiene un alcance de 100 metros, con aplicación en el hogar y la industria. Es una tecnología similar al bluetooth, con menos capacidad de envío de datos, pero más alcance", explica.

Helicomm es una de las alrededor de 300 empresas que han iniciado su existencia en la Incubadora Internacional Zhongguancun. Nació hace tres años. Cuando llegó a este edificio de ocho plantas (el número de la suerte en China), atraída por las ventajas de instalarse en este barrio del noroeste de Pekín, formaban la sociedad dos personas. Hoy son 50, y, según Hu, deberán trasladarse a una nueva sede en un futuro cercano, entre otras razones, "porque si sigues en la incubadora, los clientes piensan que tu empresa no está madura".

La incubadora que acoge a Helicomm fue creada para atraer a los cerebros chinos que emigran al extranjero y quieren regresar a Pekín y montar su propia compañía tecnológica. A su alrededor, se repiten los edificios de cristal y acero. A unos cientos de metros se eleva la sede de Lenovo, el mayor fabricante de ordenadores del país, que en diciembre pasado compró el negocio de PC de IBM.

El origen del Parque Científico Zhongguancun se remonta a 1980, cuando Chen Chunxia, un investigador de la Academia de Ciencias China creó con otros siete ingenieros la primera sociedad tecnológica ajena al Gobierno, centrada en la tecnología del plasma. Deng Xiaoping había lanzado dos años antes el proceso de reformas, y el país comenzaba una larga marcha para transformar su economía planificada en una economía de mercado.

Para finales de 1986, un centenar de empresas científicas, especializadas principalmente en el desarrollo y comercialización de electrónica, se había instalado a lo largo de la que más tarde pasaría a conocerse como la calle de la electrónica, por la activa venta de este tipo de productos. Dos años después, el Gobierno aprobó la creación, alrededor de este lugar, de un área de 100 kilómetros cuadrados, que se convirtió en la primera zona de desarrollo industrial de alta tecnología de China.

Zhongguancun, situado en el distrito de Haidian, el corazón universitario de la ciudad, se erigió en símbolo del progreso científico al que aspira el llamado imperio del centro. Entre finales de los ochenta y principios de los noventa, vivió su periodo dorado de innovación. Muchas empresas privadas trabajaron con las universidades y organismos investigadores y sacaron los inventos de los oscuros laboratorios académicos. Estas innovaciones -entre ellas, los sistemas de impresión y los programas informáticos con caracteres chinos- lideraron la revolución de la industria de la información en el gigante asiático. Al mismo tiempo, las compañías acumularon capital, recursos humanos, tecnología y producto. A mitad de los noventa, el mercado atravesó una fase de rápido desarrollo, y al finalizar la década, se inició un periodo de transición. Zhongguancun había madurado, pero había perdido la dinámica de la innovación y no generaba suficientes empresas.

La importancia de Zhongguancun para el crecimiento de la economía china ha sido comparada por los dirigentes a la de la Zona Económica Especial de Shenzhen (creada en 1980) para el sureste de China, o la de Pudong (1990) para Shanghai y el delta del Yangtsé. Consciente del problema que atravesaba el ansiado Silicon Valley pequinés, el Gobierno diseñó, en 1999, un plan de reactivación y añadió más superficie y parques en otros sectores. Si Shenzhen y Pudong son hitos del arquitecto de la reforma, Deng Xiaoping, el proyecto de la capital china es hijo del entonces presidente, Jiang Zemin, y de su política de "rejuvenecer el país a través de la ciencia y la educación". Y nació oficialmente el Parque Científico Zhongguancun.

Distribuido en siete zonas de la municipalidad de Pekín, que ocupan una superficie total de más de 300 kilómetros cuadrados y acogen a una población de 2,6 millones de personas, alberga 13.000 empresas, con 560.000 empleados -el 45% de ellos con título universitario-, y una miríada de tiendas de informática y electrónica. En su interior se encuentran 39 universidades -incluidas algunas de las mejores del país, como la de Pekín, Qinghua y la de Aeronáutica y Astronáutica-, en las que cursan estudios 400.000 jóvenes. También están algunos de los centros de investigación punteros, como la Academia de Ciencias o la de Ingeniería.

Ventajas fiscales

El proyecto incluye un parque de estudios agrícolas y forestales, una ciudad de la biociencia, una ciudad del espacio, un parque de nuevos materiales y una ciudad de la electrónica. Más de la mitad de las 200 mejores compañías de Internet de China están en Zhongguancun, donde, además, hay 1.800 multinacionales extranjeras, como Microsoft, Siemens, Cisco, Mitsubishi, Oracle, Nokia o ABB. Las empresas tecnológicas que se instalan en su demarcación se benefician de políticas preferenciales y ventajas fiscales.

Zhongguancun, que, como dice, Xia Yinqi, su subdirector, "antes no era más que una pequeña calle con una única parada de autobús", hoy es un peso pesado en el mundo de los parques científicos, en tamaño, cifras y producción. Su actividad económica ha experimentado en los últimos 20 años un crecimiento medio anual del 40%, y ha captado el 40% de las firmas de programación informática del país. "De aquí ha salido el 50% de las patentes chinas", dice Xia. Los ingresos en el parque procedentes de la tecnología, la industria y la venta de productos ascendieron a 288.640 millones de yuanes (26.400 millones de euros) en 2003, un 20% más que el año anterior.

Pero, según los expertos, Zhongguancun aún está muy lejos de la agilidad y del grado de innovación y excelencia que caracterizan Silicon Valley o el parque Hsinchu, en Taiwan. Sus principales problemas son, según afirma el investigador Yan Hui en un informe de la universidad danesa de Aalborg, la fuga de cerebros; la debilidad de sus desarrollos tecnológicos, que se centran esencialmente en los aspectos periféricos, y el excesivo control por parte del Gobierno.

Una calle comercial del Parque Científico Zhongguancun.
Una calle comercial del Parque Científico Zhongguancun.SIMON LIM

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