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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Móstoles

Lo mires por donde lo mires, no está el horno para bollos. El Festival de Eurovisión, en cambio, inasequible al desaliento, acecha a la vuelta de la esquina. Lo más sorprendente de este festival es que ha conseguido un milagro: desde su nacimiento, hace varias décadas, no ha aportado absolutamente nada a la música popular ni a la cultura ni al espectáculo. Pero ahí sigue, inútil, caduco e inmortal, por lo que se ve. También ha conseguido cotas excelsas en la historia de la horterada europea. Muchos se preguntan por qué estrafalarias razones sigue existiendo una cosa así, tan jurásica. La Comunidad de Madrid, este año, va a estar muy presente en la fase previa. Compite un trío femenino de hermanas rubias, cuarentonas y entradas en carnes, Las Supremas de Móstoles. A lo mejor tenemos risas.

Parece el nombre de un grupo punky, pero las Supremas de Móstoles son las hermanas Susi, Luisi y Vicky, casadas, y se definen a sí mismas como tres "marujas airadas y gordas". ¿Realidad o marketing? De todo un poco, seguramente. Esta semana se conocerá la letra de la canción, pero algo se sabe de qué va la vaina. El tema se titula Eres un enfermo. Alguien que lo ha oído asegura que se pone al macho de vuelta y media, pero con grasia, con mucho pasodoble, nonaino, chispúm y estribillo metafísico. Y con aromas reivindicativos que recuerdan a la inefable Paquita la del Barrio ("¿me estás oyendo, inútil?").

Móstoles podría volver a ser la chispa de la revolución, como lo fue Andrés Torrejón, su alcalde, en 1808. Las Supremas de Móstoles, portavoces posmodernas de la guerra de la independencia femenina y de las pelucas. Sea lo que fuere, puede que pasemos bastante risa, cosa impagable en estos tiempos esquivos.

Es imprevisible la imagen que puedan dar Las Supremas de Móstoles de cara a la candidatura de los Juegos Olímpicos. El autor de Eres un enfermo, José Manuel Muñiz, también es padre de Antes muerta que sencilla. La revolución infantil se ha aliado con las marujas. ¿Qué será de nosotros? Móstoles es la cuestión.

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