La policía duplica el número de radares fijos en la M-30

La Policía Municipal de la capital ha decidido duplicar el número de radares que funcionan en esta vía de circunvalación, de modo que los infractores no eviten la sanción si superan los 90 kilómetros por hora permitidos como velocidad máxima, según informaron fuentes municipales. Estos dispositivos permitieron sancionar a 182.000 infractores en los 10 primeros meses de funcionamiento.

Los radares están colocados en los mismos paneles informativos que los dos iniciales: en la calzada interior del paseo del Marqués de Monistrol y en la calzada exterior cerca del eje de O'Donnell, frente a la urbanización conocida como El Ruedo de Moratalaz.

Los dos cinemómetros que estaban instalados hasta ahora en la vía se hallaban en el carril izquierdo, que es en el que los vehículos alcanzan las mayores velocidades.

Sin embargo, la Policía Municipal se había percatado de que muchos automovilistas, como ya se conocen el punto donde están instalados los dispositivos, cambian de carril para evitar la sanción al acercarse a estas zonas. Pero al hacerlo, los conductores no reducen la velocidad, con lo que se acaba el carácter disuasorio de esta medida.

Por eso, los responsables municipales han previsto una solución para acabar con la impunidad de los infractores. La primera medida ha sido duplicar el número de radares, que actuarán de la misma forma que los colocados anteriormente.

La segunda medida consistirá en ir cambiándolos de carril -tres en los puntos elegidos-, de forma que el conductor no sepa en ningún momento en cuál de ellos estará controlado. "El radar puede ser colocado incluso en el carril derecho [supuestamente el más lento] para que nadie se confíe. Hemos decidido bajar las velocidades en la M-30 y lo vamos a conseguir sea como sea", señalaron fuentes de la Policía Municipal.

Éstas tampoco descartan que en breve se cambie la ubicación del paseo del Marqués de Monistrol y del eje de O'Donnell para ser instalados en otros paneles informativos. De nuevo, se quiere aprovechar el elemento sorpresa.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ya puso en marcha un sistema similar en la autovía de Barcelona (A-2) a la altura del denominado puente de San Fernando. Fue uno de los primeros puntos con radares fijos, ya que tenía una alta siniestralidad, sobre todo, con lluvia. En este caso la DGT controla desde el primer día los tres carriles de esta vía.

Por la M-30 circula cada día una media de unos 270.000 vehículos. Los radares fijos instalados el 3 de febrero de 2004 habían cazado hasta finales de noviembre a cerca de 182.000 infractores que habían superado los 90 kilómetros por hora permitidos en esta vía.

El radar situado cerca de la intersección con el eje de O'Donnell, frente al edificio conocido como el Ruedo de Moratalaz, es el que mayor número de denuncias ha puesto los 10 primeros meses de funcionamiento, debido fundamentalmente a que el número de vehículos que pasa por este punto es superior al del paseo del Marqués de Monistrol. Cada día son multados por estos radares una media de 551 conductores. Y es que entre el 3 de febrero y el 30 de noviembre del año pasado, 181.957 infractores fueron fotografiados por estas dos cajas blancas situadas sobre sendos paneles informativos. Las denuncias oscilan entre los 92 y los 302 euros, según la velocidad a que son detectados los infractores. En los casos más graves, puede llevar aparejada la suspensión del permiso de conducir entre un periodo que oscila entre uno y tres meses.