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La leche materna contribuye a que los bebés mantengan un ciclo estable de sueño

Fisiología desarrolla una investigación centrada en la función del triptófano

Investigadores del Departamento de Fisiología han puesto de manifiesto la estrecha relación que existe entre la leche que ingieren los bebés lactantes y su ciclo de sueño. Y la importancia de incluir una diferente dosis de triptófano en las leches elaboradas artificialmente.

Según los científicos de la UEx, la leche que procede de la madre contiene elevados niveles de esa sustancia que ayudan a consolidar el ritmo sueño/vigilia en los niños recién nacidos. Sus conclusiones llegan tras desarrollar un estudio sobre muestras de leche materna y de orina procedente de los pequeños, que evidencian el importante papel del triptófano a la hora de que los bebés mantengan un ciclo estable de sueño y de actividad.

La investigación, según ha señalado Javier Cubero, uno de los expertos del Departamento, se enmarca en el campo de la Cronobiología, o ciencia que estudia los ritmos biológicos. Éstos pretenden buscar una explicación a numerosos comportamientos humanos que se suceden de forma cíclica.

En opinión de Cubero, los resultados que desvela su investigación deberían ser tenidos en cuenta por los fabricantes de leches artificiales, pues en la actualidad estos productos contienen niveles constantes de triptófano. Lo óptimo sería disponer de leches nocturnas, con un alto contenido en esta sustancia; y de día, con una baja cantidad de este aminoácido: "sin duda estas leches pertenecerían a una nueva generación basada en la cronutrición que acercarían más la alimentación artificial a la de la madre, ayudando de esta forma al mejor descanso nocturno del niño".

El triptófano a su vez está relacionado con la melatonina, una de las hormonas que en nuestro organismo presenta cambios en su secreción diaria, siendo sus niveles máximos durante el período de oscuridad y mínimos en el luminoso.

Las importantes conclusiones del estudio han sido demostradas en tórtolas de menos de un año de edad, a las que se les administró triptófano. Así, se observó que en estas aves la sustancia contribuía a la consolidación de reposo nocturno en las primeras etapas de la vida.

La investigación, dirigida por las doctoras Carmen Barriga Ibars y Ana Beatriz Rodríguez Moratinos, resulta de una tesis doctoral defendida recientemente y que ha sido calificada con sobresaliente cum laude por unanimidad.

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