Los semáforos del metro barcelonés fallan el 0,04% de las veces
Los semáforos del metro de Barcelona tienen un índice de fiabilidad del 99,96%, o lo que es lo mismo, fallan el 0,04% de las veces, según informaron responsables de la empresa a los representantes de la Entidad Metropolitana del Transporte (EMT). La oposición (CiU y el PP) trató inútilmente de conocer el número exacto de veces que un metro pasa un semáforo en rojo con indicación manual o telefónica. No hubo respuesta. CiU piensa formular la pregunta por escrito.
La empresa que gestiona el metro, Ferrocarril Metropolitano de Barcelona, aseguró a través de un portavoz autorizado que no disponía ayer de esa información y que ignoraba si había sido puesta a disposición de la comisión que ha investigado las causas del choque ocurrido el pasado 31 de octubre en las cocheras de Sant Genís. La comisión decidió que los operadores no habían percibido un aviso del sistema informático debido a que la señal era minúscula y porque no estaba directamente relacionada con las órdenes dadas al convoy al que se autorizó a saltar el semáforo en rojo.
Xavier Trias, presidente del grupo municipal de CiU, preguntó ayer a qué se debe que cuando se autoriza el paso de un tren en rojo -lo que ocurre a menudo según Agustí Castillo, director de Ferrocarril Metropolitano de Barcelona- se inhiban los mecanismos de seguridad. Trias exigió que se agilice la implantación de las medidas correctoras propuestas por los miembros de la comisión de modo que "no se baje la guardia en lo relativo a la seguridad".
Concejales ausentes
La reunión de la junta de portavoces de la EMT se hizo ayer por la tarde con una convocatoria urgente. La oposición salió muy insatisfecha. Por dos motivos. El primero, porque los informes figuraban en todos los diarios de la ciudad; el segundo, porque no acudió ningún representante del gobierno municipal de Barcelona. "Al menos Xavier Casas, como presidente de Transportes Metropolitanos de Barcelona, debería haber ido", exclamó el concejal de CiU Jaume Ciurana. Fuentes municipales aseguraron que ni Casas, ni José Cuervo, ni Jordi Portabella pudieron asistir por "problemas de agenda" y añadieron que había acudido la presidenta, Maite Arqué. "Hemos preferido convocar de inmediato que esperar", añadió el portavoz.
El portavoz del PP en la EMT, Ramon Riera, salió también muy irritado de la reunión de la junta de portavoces. "Cuando pedimos un pleno extraordinario de la entidad para tratar el accidente, Xavier Casas apeló a nuestra responsabilidad y se comprometió a presentar las conclusiones en la junta de portavoces. Lo que no nos dijo es que si antes comprábamos los diarios ya no haría falta asistir a la reunión". Riera también criticó la ausencia de Casas en el momento de dar explicaciones, y añadió: "¿Cómo es posible que la señal que indica una posible colisión sea una letra pequeña en un rincón de la pantalla?".
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